Gustavo Manrique, presidente de Sambito, explica que la ciudad de Guayaquil se ha convertido en punto de encuentro de los emprendedores latinoamericanos que buscan proteger la naturaleza. 

“Para esta sexta edición se inscribieron 2.332 proyectos de más de 600 ciudades. De ellos, 367 fueron ecuatorianos. Esto nos muestra que hay una comunidad en América Latina que confía en que cambiar sí es posible”, indica. 

La premiación, cumplida el sábado 24 de agosto, tomó en cuenta a 500 de estos proyectos como los mejores de la región (66 eran nacionales). Se seleccionaron 30 finalistas; es decir, tres en cada una de las diez categorías, entre los cuales hubo tres ecuatorianos, los cuales presentamos a continuación. El primero fue uno de los ganadores.

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Solución para la basura en patios de comida (Quito)

Vajillas contra los desechables

Los patios de comida de los centros comerciales registran una elevada utilización de platos, cubiertos y vasos plásticos desechables o de espuma flex, los cuales no ingresan en la cadena de reciclaje. 

Huella Verde  es una empresa quiteña que impulsa, hace dos años, el uso de vajillas de cerámica en patios de comida de centros comerciales para dejar de emplear esos artículos desechables (foto superior), por lo cual ganó en la categoría Manejo de residuos sólidos de Latinoamérica Verde 2019.

Este servicio funciona en colaboración con un centro comercial de Quito (Paseo San Francisco) y, desde mayo, otro de Ambato (Mall de los Andes), ya que les brindan un espacio para instalar una estación de lavado, la cual funciona particularmente con restaurantes de comida rápida, previo acuerdo firmado con Huella Verde, asegura Andrea Garzón, directora de la compañía, quien explica que los utensilios son lavados, desinfectados y esterilizados con maquinarias para garantizar la sanidad.

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En promedio evitan el uso de 10.000 desechables diariamente: “Estamos evitando generar basura desde la fuente. Hay alternativas biodegradables, compostables que son mejores que el plástico, pero de todas maneras se necesita mucha agua para elaborarlos. Nuestro sistema de lavado utiliza diez veces menos agua por plato que los descartables”, afirma Garzón.

Señala que las cadenas de comida pueden conseguir un plato descartable por $ 0,07, uno compostable por $ 0,14, pero Huella Verde puede ofrecer el servicio de lavado por $ 0,07 o máximo $ 0,08, lo cual resulta competitivo.

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“Algunas marcas nos han dicho que aumentaron las ventas ya que la acogida de los usuarios ha sido maravillosa. Guayaquil es muy interesante para nosotros por la ordenanza que existe. Ojalá quieran implementar nuestra propuesta en los patios de comida de esa ciudad”, indica Garzón.

Solo en 2018, Huella Verde evitó la generación de diez toneladas de CO2, cifra que se multiplicaría a futuro si más centros comerciales y locales de comida rápida replicaran esta iniciativa.

 

Transformando oportunidades (Tungurahua)

Protectores del agua y del páramo

La provincia de Tungurahua registra un problema de sobrepoblación, con 179 habitantes/km2, lo cual ocasiona un déficit hídrico en la cuenca del río Ambato y un riesgo para la adecuada conservación del páramo, el cual es fuente prioritaria de agua. Por ello, hace once años nació el Fondo de Páramos Tungurahua y Lucha Contra la Pobreza (FMPLPT). “El FMPLPT es un mecanismo innovador diseñado para financiar en el largo plazo planes, programas y proyectos que contribuyan a la conservación del ecosistema páramo como fuente de agua, a través del mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades indígenas y campesinas que habitan junto a él”, dice su presentación en Latinoamérica Verde. 

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Este proyecto surgió por iniciativa de los movimientos indígenas y campesinos de Tungurahua (MIT), tras lo cual fue acogida por el Gobierno Provincial de Tungurahua, la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Ambato, la Corporación Eléctrica del Ecuador  (Celec EP, Unidad de Negocio Hidroagoyán) y la Empresa Eléctrica Ambato Regional Centro Norte, para obtener recursos económicos y capacitación técnica que permita a los pobladores de las zonas rurales generar proyectos y acciones que protejan sus recursos hídricos.

Actualmente, esta iniciativa cofinancia 16 proyectos en las comunidades indígenas, con los que contribuye al mejoramiento de la calidad de vida de 15.000 familias y la conservación de 33.750 hectáreas de páramo, de las cuales 389 ha se encuentran en proceso de restauración.

 

Rebird Project Avez (Milagro, Guayas)

Santuario de aves en los cañaverales

La Compañía Azucarera Valdez creó un  santuario de aves asentado en sus predios en Milagro (Guayas). Djalma Teixeira de Lima Filho, CEO de la compañía, explica que en Valdez desde hace más de diez  años no utilizan ningún tipo de agroquímico para realizar el control de plagas.

En lugar de esto se apoyan mucho en la naturaleza con el control biológico para sus plantaciones, desarrollado en el Departamento de Experimentaciones Agrícolas (DEA). Esas pequeñas acciones dieron paso a la vida, convirtiendo las 14.000 hectáreas de sembríos en el hogar de más de 120 especies de aves identificadas. Así nació Rebird Project Avez, donde la coexistencia y la paz se sienten en todo momento.

Bryan Guevara, asistente del director de experimentaciones agrícolas, detalla que hace 20 años aproximadamente notaron que existen muchas plagas en la caña de azúcar y que había una manera alternativa de combatirlas.

Investigaron sobre el control biológico y en el 2008 lo aplicaron como única práctica para controlarlas. El método se fue fortaleciendo y el año pasado se dieron cuenta de que hay muchas  especies de aves que estaban en el Ingenio no solo para comer, sino también para reproducirse, anidar y mantenerse en dicha área.

Así surgió Rebird Project Avez (aves de Valdez), que ha logrado cobijar siete especies de garzas, siete de gavilanes, doce de aves migratorias como las golondrinas y  águilas pescadoras. El 30% de las aves son acuáticas.

El ecosendero Tímalo tiene dos kilómetros (ida y regreso), está reforestado y se puede hacer avistamiento de aves. No es un lugar turístico abierto, pero tiene visitas guiadas para grupos pequeños de personas, como estudiantes de colegios y universidades, que en dos horas de avistamiento logran ver al menos unas 20 especies. (I)