Edward Norton es Lionel Essrog en 'Motherless Brooklyn'.

Todo mundo es amigo de las estrellas de cine... hasta que les piden a algunos de esos amigos que protagonicen el “proyecto” que están dirigiendo. Tan solo hay que preguntárselo a Edward Norton, el actor nominado en tres ocasiones al premio Óscar que alguna vez interpretó al Increíble Hulk.

“Les decía: ‘Como director, quiero hacer una película grande, épica, sobre el Nueva York de los años 50, y se trata de un detective con síndrome de Tourette y desorden obsesivo-compulsivo’”, recordó Norton durante una entrevista en el Festival de Cine de Toronto. “Mucha gente volteaba a ver sus zapatos rápida e incómodamente. Muchas personas encontraban una manera rápida de ir hacia la puerta”.

Publicidad

“Y luego encontré a los que no salieron corriendo”, dijo Norton. “Se quedaron junto a mí. Se convirtieron en mis héroes”.

Entre ellos se encuentran Alec Baldwin, Bobby Cannavale, Willem Dafoe, Leslie Mann, Gugu Mbatha-Raw, Fisher Stevens y Bruce Willis, quienes se unieron a su película Motherless Brooklyn (Huérfanos de Brooklyn). Escrita y dirigida por Norton, la película está basada en la novela de Jonathan Lethem, publicada en 1999.

La historia está ambientada en el Brooklyn de los años 50 donde el solitario Lionel Essrog (Norton), un detective que tiene síndrome de Tourette –una enfermedad conocida por los tics involuntarios, las vocalizaciones y a menudo la pronunciación compulsiva de obscenidades– consigue un trabajo como empleado de Frank Minna (Willis), propietario de una sórdida agencia de detectives del vecindario.

Publicidad

Cuando asesinan a Minna, Essrog jura resolver el asesinato. Él y sus amigos desentierran secretos guardados herméticamente que afectan a toda la ciudad. “Es la historia de un desvalido que debe aprender que el heroísmo no se trata de los superhéroes con poderes, sino de superar tus luchas diarias y encontrar la fuerza para preocuparte de otras personas”, dijo Norton. “Ese es el verdadero significado del heroísmo.

“El trayecto de Lionel se basa en el crecimiento y la evolución”, continuó. “Cuando lo conocemos, en realidad no puede ver más allá de sus propias batallas diarias. Está adentrado en sus problemas. Pero es un verdadero héroe que supera sus propios conflictos y trasciende a una versión más heroica de sí mismo”.

Publicidad

“Lo que me encantó de Lionel es que podría existir dentro de las limitaciones y los dones de sus propias condiciones y aun así se convierte en una persona que puede oponerse a las fuerzas más grandes del mundo”.

Fue un papel exigente incluso antes de que Norton adoptara el desafío adicional de dirigir el filme, pero no se pudo resistir. “Para mí, hacer esta película se trató de la experiencia del desvalido”, dijo. “Fue una lucha, pero también un desafío. Fui capaz de decir cosas alocadas como ‘Ambientemos esta película en los años 50 y reconstruyamos la estación Penn’. Es una especie de locura decir esas palabras, pero por suerte había muchas personas que aportaron su talento, además de un gran reparto que me hizo lucir como si supiera qué estaba haciendo”.

Combinar la actuación, el guionismo y la dirección nunca es fácil. Tampoco lo fue para Norton, aunque ya lo había hecho una vez, en la comedia Keeping the Faith (2000). “Otra vez me estoy sintiendo ansioso solo por pensar en eso”, bromeó. “Tan solo el recuerdo de lo sucedido hace que me tiemblen las piernas”.

Edward Norton, actor estadounidense de 50 años.

Publicidad

“Cuando comenzamos, me sentía muy ansioso del efecto que esto tendría en los otros actores y en su experiencia”, dijo Norton, más serio. “Creo que una de las cosas que hacen los actores con frecuencia es crear una burbuja todos juntos, dentro de todas las cosas técnicas que requiere hacer películas. Los actores se ayudan para crear una ilusión colectiva. Cuando uno de ellos está saliendo de esa burbuja constantemente, es muy demandante para los demás”.

“Mi manera de solucionarlo fue buscar a los actores que sabía que eran profesionales del arte”, continuó. “Lo que quiero decir es que habían sido capacitados en el teatro y sabía que no necesitarían que yo llenara un vacío emocional en ellos. Sabía que podrían darme más de lo que yo los guiaría como director”.

“Mi reparto en realidad fue mi arma secreta para poder lograr la experiencia esquizofrénica de estar dentro y fuera de la interpretación”.

Este tipo de película suele aparecer en épocas en las que quizá tenemos dudas acerca de si nos estamos alejando de los ideales con los que nos vendemos”.

En entrevistas aparte, los miembros del reparto también elogiaron a Norton. “Fue una experiencia asombrosa”, dijo Mbatha-Raw. “Me sorprendió completamente todo lo que tuvo que hacer Edward. Ajustaba el guion, actuaba en una escena y después regresaba al monitor. Fue increíble e impresionante. Pero Edward también les concedió un proceso íntimo a los actores. Lo mejor era que el director siempre estaba ahí para hacer ajustes”.

“Estaba en todas partes”, dijo Dafoe. “Tenía muchas cosas que hacer. Eso no dejaba espacio alguno para la timidez o para pensar demasiado las cosas. Resultó ser algo muy directo, casi como una experiencia teatral”.

“Edward también sintió su propio personaje de manera profunda”, agregó Dafoe. “Había una urgencia en su actuación que me pareció genial”.

La película se filmó en locaciones en Nueva York… pero no los veían raro, dijo Norton. “En las calles de la ciudad de Nueva York, si vas corriendo por ahí, gritando cosas extrañas y hablando contigo mismo, nadie voltea a verte”, comentó. “No causa ninguna extrañeza. Nos movimos por todas partes sin llamar la atención”.

Como preparación para interpretar a un hombre que sufre el síndrome de Tourette, Norton vio documentales sobre el tema y conoció a varias personas que lidian con este padecimiento a diario. “He conocido personas orgánicamente en mi vida que sufren el síndrome de Tourette”, explicó, “entre ellos un chofer de taxi que conocí en la universidad. Salí de paseo con él bastante, y algunas partes de él se quedaron grabadas en mi mente”.

“Lo fascinante y hermoso del síndrome de Tourette es que es una condición muy creativa”, agregó el actor. “Se expresa de una manera muy individual. Nadie lo manifiesta de la misma manera. Los juegos de palabras y el nivel de severidad son muy personales”.

Interpretar a Lionel lo dejó con “mucha liberación para la creatividad”, continuó Norton. “Desde luego, se siente una obligación muy profunda de ser genuino”, dijo. “Pero no sufres la ansiedad de equivocarte. Explicarlo como un espectro es poco decir”. 

Dos décadas después de haber comenzado su carrera, Norton –quien está casado con la productora canadiense Shauna Robertson, con quien tiene un hijo de 6 años, Atlas– se enfoca en hacer películas que sirvan como llamadas de atención para las audiencias. “Siempre creo que es importante que la gente saque de las películas lo que quiera”, dijo. “Con Motherless Brooklyn la idea era deshacerse de la narrativa alegre de nuestro carácter nacional y ver la narrativa oscura que hay debajo. Quería echarle un vistazo a esa narrativa que desafía el concepto de quiénes decimos que somos en contraste con la manera en que nos comportamos”.

Lo considera un mensaje oportuno. “Este tipo de película suele aparecer en épocas en las que quizá tenemos dudas acerca de si nos estamos alejando de los ideales con los que nos vendemos”, dijo el actor. “Me encantó la idea de las personas invisibles que exponen las cosas que en realidad están ocurriendo. Quería ver las realidades oscuras de lo que le dio forma a la ciudad y el país en el que estamos viviendo ahora”.

“Creo que, en la sociedad estadounidense, y en la mayoría de las sociedades, esperamos estar avanzando hacia un ideal más progresista de la manera en que vivimos”, comentó Norton. “Al mismo tiempo, obviamente nos enfrentamos a una atracción constante hacia las expresiones más brutales del poder. No obstante, como lo dice Lionel en la película, ¿qué tanto estamos dispuestos a tolerar antes de dejar las dudas y hacer algo al respecto?”.

“Es una buena pregunta”.