Por hábito, estrés o nerviosismo. Esas son algunas de la causas por las que las personas hacen crujir sus dedos. No existe mucha investigación al respecto, sin embargo la evidencia limitada muestra que esta acción no daña las articulaciones. 

Una revisión de la revista médica Swiss Medical Journal no encontró evidencia en ninguno de los estudios disponibles de que hacer crujir los nudillos cause artritis. Un médico incluso mostró esto al experimentar con él mismo; él informó en la revista médica Arthritis & Rheumatology que -durante un período de 50 años- se crujió los nudillos de la mano izquierda dos o más veces al día, pero nunca en la mano derecha. Al final del experimento, los nudillos en su mano izquierda no eran diferentes a los de su mano derecha, y ninguna de las manos mostraba signos o síntomas de artritis.

Tampoco hay mayores estudios y evidencia que indiquen que crujir los nudillos agrande las articulaciones o debilite la fuerza de su agarre, según detalla el portal Healthline. 

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Incurrir en esta acción no debería ser doloroso, causar hinchazón o cambiar la forma de la articulación. Sin embargo los expertos sugieren que si alguna de estas situaciones sucede entonces es porque algo más está ocurriendo; se aconseja que si las articulaciones duelen o se hinchan mientras se crujen los nudillos, es probable que se deba a una afección subyacente, como artritis o gota.

Por otra parte, aunque no es común, si una persona se tira lo suficiente, es posible sacar el dedo de la articulación o lesionar los ligamentos alrededor de la misma. 

Hasta el 54 % de las personas hacen crujir sus dedos, según estudios. Entre las causas para hacerlo -además de las primeras mencionadas- se encuentran el simple gusto por escuchar el sonido que hace esta acción o la forma en que se siente. (I)