193 guardaparques fueron desvinculados de sus funciones el 19 de junio. Ante la protesta de los ecuatorianos, el ministerio se compromete, el 24 de junio, a otorgar contratos ocasionales. ¿Es esa la manera de invertir en la protección de casi un quinto de nuestro territorio?

Hace mucho tiempo subí al refugio del Chimborazo para enamorarme perdidamente del trabajo de su parquero. Era un hombre sencillo que nos brindó chocolate caliente mientras relataba sus anécdotas de ascenso a la montaña y los servicios del páramo. Mi imaginación de adolescente volaba con sus relatos bajo el cielo más estrellado que jamás he vuelto a ver en mi vida, y me propuse en algún momento convertirme en guardaparques. Tal vez aquella experiencia alimentó mis ganas de hacerme guía de Galápagos.

En la Constitución la naturaleza es un derecho de los ecuatorianos, si despides guardaparques se incide en la garantía de protección a la naturaleza. Toda la gama de áreas queda vulnerable, y te toca hacer conservación desde Quito".

Cada parquero y parquera que he encontrado desde entonces me transporta a la noche aquella, donde percibí en los ojos de un hombre su dedicación genuina a la naturaleza, en condiciones difíciles, sin reconocimiento público, aislado de familia y comodidades urbanas. No es solo cuestión de formación, es de mística y entrega. Un guardaparques no se hace en un año, es la suma de capacidades logradas a través de educación, entrenamiento, vivencias, memoria histórica. Sería una pérdida de talento y recursos cambiar de personal anualmente.

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Cada parquero y parquera que he encontrado desde entonces me transporta a la noche aquella, donde percibí en los ojos de un hombre su dedicación genuina a la naturaleza, en condiciones difíciles, sin reconocimiento público, aislado de familia y comodidades urbanas".

Walter Bustos, exdirector del Parque Nacional Galápagos comenta: “En la Constitución la naturaleza es un derecho de los ecuatorianos, si despides guardaparques se incide en la garantía de protección a la naturaleza. Toda la gama de áreas queda vulnerable, y te toca hacer conservación desde Quito. ¿Quién evitará el robo de especies para el tráfico por ejemplo (cuarto negocio ilícito más rentable del mundo)? Cuando era director del Refugio Pasochoa tuve un incendio. Por un costado de la entrada oficial había subido un guía montañista con 15 niños. Se inició el fuego en la parte media del Pasochoa y quedaron atrapados en el páramo. Wilson Salazar era nuestro guardaparques estrella, hijo de Segundo Salazar, primer guardaparques de este país. Llamamos a la policía, bomberos, ejército, pero nadie conocía la montaña, y peor en la noche. Entonces Wilson se puso las botas, tomó un radio pequeño, y bordeó el bosque, por un sitio que solo él podía conocer, llegando junto a los niños cuando casi padecían de hipotermia. Se los trajo por el filo de la montaña, haciéndolos cantar. Se demoró cinco horas en bajarlos, pero los salvó. Si no tenía a Wilson no hubiera podido contarte esta anécdota. En las áreas protegidas hay todos los días perdidos, caídos, lastimados, heridos, y los guardaparques hacen un trabajo silencioso. En el caso del barco chino capturado en Galápagos no me canso de agradecerles; si no había un guardaparques en el centro de detección del Parque, y en todos los procesos no hubiésemos tenido el éxito que tuvimos”.

Por eso, una de las gestiones de Walter como director del Parque Nacional Galápagos fue lograr que en 2017, 136 guardaparques del archipiélago obtuvieran sus nombramientos definitivos y que su profesión fuera finalmente reconocida en la Senescyt. Pero no todos en el continente cuentan con estabilidad laboral.

Las áreas protegidas son el origen de muchos de nuestros recursos, como el agua para consumo humano y generación de energía, o los manglares para protección de costas contra tsunamis, etc. Son las primeras despensas para comunidades, almacenan carbono, proveen recreación, turismo. En 2019 tuvieron 2 millones de visitantes”.

El Lcdo. Augusto Granda, presidente de la Asociación de Guardaparques del Ecuador, recuerda que existen 59 áreas de conservación en el país. Esto representa 5 millones de hectáreas en espacio terrestre y 13 millones de espacio marino. “Las áreas protegidas son el origen de muchos de nuestros recursos, como el agua para consumo humano y generación de energía, o los manglares para protección de costas contra tsunamis, etc. Son las primeras despensas para comunidades, almacenan carbono, proveen recreación, turismo. En 2019 tuvieron 2 millones de visitantes”.

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“¿Cuánto estamos dispuestos a invertir para custodiar el patrimonio de las siguientes generaciones? ¿Cuánto está el Estado dispuesto a destinar en manejar efectivamente las áreas protegidas donde se cumplan los objetivos de conservación, restauración de ecosistemas, manejo de la vida silvestre?".

Luis Suárez, director ejecutivo de Conservación Internacional comenta: “¿Cuánto estamos dispuestos a invertir para custodiar el patrimonio de las siguientes generaciones? ¿Cuánto está el Estado dispuesto a destinar en manejar efectivamente las áreas protegidas donde se cumplan los objetivos de conservación, restauración de ecosistemas, manejo de la vida silvestre? Queremos que los guardaparques sean reconocidos, que hagan carrera. La conservación es actividad que demanda acción e inversión”.

Los ecuatorianos estamos en deuda con estos héroes anónimos que por décadas han custodiado nuestro patrimonio. ¡Sin guardaparques queda en desamparo el 25 % de nuestro territorio! (O)

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nalutagle@yahoo.com