Me sorprende todo lo que en estos meses ha llegado a mí a través de internet. Ya he hablado aquí de cursos, conferencias, lecturas y visitas virtuales a museos. De lo que no he hablado y a lo que ahora le corresponde este espacio es a la radio.

No se trata de http://radio.garden, la app gratuita que permite recorrer el globo terráqueo visualmente mientras haces paradas en cualquier emisora del mundo. Esta parada radial a la que me refiero tiene día y ubicación geográfica específicas. Se trata de un programa cultural llamado Luna de tres ríos, revista radiofónica que se transmite por Yasuní FM todos los lunes por la noche para la comunidad del Coca.

Luna de tres ríos está al aire desde el año 2016, es dirigido por Álvaro Gundin desde 2017 y se publica en internet desde ese mismo año gracias a un pedido de la madre de Álvaro".

La frecuencia no llega a cubrir a toda la provincia de Orellana y por lo tanto es una radio comunitaria, pero el internet ha permitido que el programa llegue a todo el mundo. Lo escucho yo desde México, como lo puede escuchar todo el que quiera ingresar a http://lunadetresrios.blogspot.com

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Luna de tres ríos está al aire desde el año 2016, es dirigido por Álvaro Gundin desde 2017 y se publica en internet desde ese mismo año gracias a un pedido de la madre de Álvaro. Ella vive en España y, luego de una visita que le hiciera a su hijo, le sugirió que viera la forma de subirlo a las redes para poderlo seguir escuchando.

Álvaro, quien también es director del museo de su ciudad, admite con sorpresa que en estos meses de repente mucha más gente escucha su programa y que se ha llegado a saturar el servidor que usa para colgar los playlists, teniendo que recurrir a un servidor alterno. Como aún trabaja desde casa debido a que su provincia todavía se encuentra en semáforo rojo, empezó a grabar el programa con un micrófono semiprofesional y su computadora y lo edita en la app Audacity, que en otras columnas he mencionado.

Sus habilidades técnicas le han permitido hacerlo sin dificultad, pero con las limitaciones de no contar con una consola de edición. Además, antes lo grababa en vivo y producirlo llevaba menos tiempo. Ahora, para hacerlo más fluido, invita a las personas a que envíen audios con textos propios o de otros autores, leídos por ellos. Y los intercala a lo largo del programa.

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No sé si es porque estamos frente a la compu buscando qué hacer, si es que nos volvimos más curiosos o que nos dejamos cautivar por el estilo de este programa. La selección musical exquisita, las entrevistas a autores de libros y personajes relevantes de la cultura que visitan Coca, las voces de los radioescuchas que interactúan enviando sus poemas leídos… Admito, no sé qué es.

Lo que yo sentí desde el mes de marzo que la empecé a escuchar fue que este era un espacio donde, en lugar de haber quejas y lamentos, había arte y creatividad. Y mis oídos necesitaban eso para reconfortarme en medio de tanta tragedia. (O)