Al consultar el significado del color verde en internet se puede obtener muchos resultados, todos ligados a la fortaleza, liderazgo, calma y buena suerte. Si juntamos todas estas palabras, a su vez, podríamos describir tan solo un poco de Diego Chiang Centanaro, un artista multifacético, quien con su buena vibra y talento natural cautiva el panorama musical contemporáneo, logrando traspasar las fronteras patrias, conquistando ya los complicados mercados hispanos, proyectándose a sí mismo para hacer historia en el pentagrama mundial.

La música corre por sus venas, pues su padre y hermanos también son músicos, y es justamente de un juego entre ellos de donde nace su nombre musical, Dicapo: “Sale de un experimento que hizo mi hermano, una ilustración, uniendo el nombre de mis hermanos con una expresión musical”.

“El Dicapo tenía un fuerte significado por el Dacapo, que quiere decir desde el comienzo, y cada vez que iba avanzando sea en mi carrera profesional, sea con la música, sea en la actuación, siempre recordaba dónde venía, de mis orígenes, a siempre tener los pies sobre la tierra”, afirma el artista, quien también asegura que sin Diego no puede existir Dicapo, pues dentro de él coexisten y crecen persona y personaje.

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Aunque de pequeño era fanático de Michael Jackson y The Beatles, la canción que ‘invade’ su vida para finalmente aceptar ser músico es “Todo se transforma” de Jorge Drexler. “Cuando escucho ese tema ahí yo ya sabía que la música iba a ser parte de mi todo el tiempo”, recuerda con bastante alegría, pues es este tema la base para la primera composición que realizó a sus 12 años y la cual, afirma, todavía recuerdan sus compañeros de aulas, sus primeros seguidores.

Tras la secundaria, su talento empezó a replicarse en nuevos espacios, pues ahora era la universidad el mejor lugar para dar a conocer su inigualable talento. De autodidacta a profesional, asegura que sus estudios en música sirvieron para teorizar mucho de lo que ‘la vida’ ya le había enseñado, obteniendo las herramientas necesarias para poder generar la música que él deseaba mostrar al mundo, música que él disfruta componer e interpretar.

“Lo que hago ahora con Dicapo es vivir el sueño del Diego niño que siempre tuvo, que era estar encima del escenario”, expresa el guayaquileño, “y también ir aprendiendo otras cosas en el camino, es lo que lo hace más interesante”, complementa.

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Jamiroquai, Michael Jackson, James Brown son sus referentes musicales al momento de componer, sin dejar a un lado a contemporáneos como Charlie Puth y The 1975, pues, asegura, intenta encontrar aquella mezcla entre música y movimiento, características de sus temas actuales. “Dicapo tiene muchísimo de la expresión más natural posible que es como me siento yo solo con una guitarra, hasta cómo me siento yo en el escenario con 5 bailarines”.

Sobre las letras de sus temas es concreto: “la definiría como muy vulnerable, habla sobre cómo yo me sentí en algún momento o cómo me siento yo ahora”, manifiesta el cantautor.

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El color en cada uno de sus espacios

Pero Dicapo no solo forma parte de la composición de sus temas, sino también de sus audiovisuales, pues cada uno de ellos cuenta con una colorimetría y coreografías específicas, dependiendo del tema del que trate aquella partitura.

“Cuando siento que se está creando algo de manera auditiva con algún instrumento, algún efecto o algo, siento que me lleva a un a un espacio o a un color que puede llevar a aplicarse a un video” y esta es la base para poder desarrollarlo, logrando la diferenciación entre cada uno de ellos. Al igual que en sus videos, fuera de él también proyecta su propio estilo, a través de su vestuario, el cual es colorido y le permite destacar por sobre el elenco de artistas nacionales. “Yo creo que es un juego y en el juego está el disfrutar lo que tú consideras más tú”, afirma.

Hace mucho tiempo quería vestirme como me daba la gana, (pero) había muchísimo respeto a las estructuras que siento que me construyeron. En sonido y en identidad hay un proceso de deconstrucción que yo elijo vivirlo a mi manera.

Dicapo

La actuación, otra de sus facetas

Catalogarlo dentro de un solo arte sería muy complicado en el caso de Diego Chiang, pues no solo en la música ha podido desarrollar su histrionismo, la actuación también han sido parte de su crecimiento profesional. “Para mí fue un proceso de descubrir”, afirma sobre su paso por Casi Cuarentonas, telenovela de TC Televisión en la compartió escenas junto a Erika Vélez y otros importantes actores nacionales, así como cuando coprotagonizó Sí se puede, novela de Ecuavisa que relataba la historia de la primera clasificación de Ecuador a un mundial de fútbol.

“Siempre cuando veo algún lapso de tiempo donde puedo formarme con algún taller actoral o algo lo quisiera tomar, porque me encanta cómo esta herramienta le ha dado muchísimo a la música y la música también a la actuación”, expresa, y asegura que está abierto a poder realizar otros roles, pero que al final del día le gustaría quedarse con Dicapo.

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Nina, la sonrisa de su vida.

Conversar con Diego Chiang es entrar en un infinito artístico del que se podría escribir varios tomos, pero si hay una obra de arte que abrillanta sus ojos y genera la más espontánea sonrisa del artista es Nina, su primogénita. Con tan solo unos meses de vida, las respuestas a cada consulta sobre ella son la motivación de un padre por luchar por la felicidad de su hija.

¿Quién es Nina para ti?

Absolutamente todo, absolutamente todo. Yo creo que haber vivido el nacimiento de Nina es un motor más para decidirme por vivir este sueño. Estas convicciones o virtudes que se están construyendo conmigo ahora van a ser herramienta para ella en algún momento y me encantaría que sean de una manera positiva.

¿Piensas cambiar algo por ella?

Hay muchísimas decisiones, yo creo que primero en el plano personal, obviamente y eso se traduce al plano profesional.

¿Cómo vas combinando tu carrera con tu paternidad ahora?

La verdad estoy descubriendo muchas cosas. Yo estoy consciente del sacrificio, como de o las decisiones que he tomado, pero también estoy convencido de que es el momento de perseguir también ese sueño.

¿Has pensado en qué canción le vas a enseñar primero?

(Ríe) ¡Ay, qué buena pregunta! La primera que se me viene a la cabeza, que es cuando la tenía en brazos y se dormía era “Lucía” de Joan Manuel Serrat, pero cuando he tenido la oportunidad de ponerle música, le pongo de todo.

¿Qué harías si te dice que quiere hacer música?

Pues voy a hacer el primero que le diga todo lo que necesita saber si es que está totalmente decidida a vivir de la música también.

México y España, entre sus nuevos retos

México y España son considerados como los dos mercados más importantes para los artistas de habla hispana y es justamente en ellos hacia donde se proyecta Dicapo en un futuro cercano. “Ya he tenido contactos de productoras en España y en México también”, asegura contento. “Ahora que estuve en México tuve sesiones de producción se hicieron canciones súper buenas también”, manifiesta, pensando siempre en espacios donde pueda compartir su vida entre la música y su familia.

Pero en el mercado nacional también tiene un reto: su primer concierto solista, en el Wankabeats, que se desarrollará el 24 de junio en Parque Samanes (boletos a la venta en Ticletshow). “Estoy bastante emocionado”, asegura, pues compartirá en el mismo escenario con bandas como Molotov, Rawayana, El General Villamil, entre otros.

“Hay muchos temas que me faltan por componer, hay un montón de qué hablar”, declara sobre sus futuras composiciones musicales, entre las cuales también estará incluida Nina. “Ahora estoy tratando de producir mis propias maquetas para tener una noción mucho más clara cuando llegue al estudio”, afirma, destacando que no tiene un género específico para sus próximos materiales, puesto que, dice, no hay un límite para sus creaciones.

“Donde mi música me permita ir, yo estaré muy orgulloso de poder ir hacia allá” sentencia. (E)