Christian Meier se ha cincelado como un nombre de telenovelas y películas en Latinoamérica, con al menos 40 títulos a su haber; los últimos son El general Naranjo y el antipático y desquiciado galán en ANA. Esto podría darle a cualquiera un aura de estrella que mira por debajo del hombro.

Pero pocos saben que el artista de 53 años prefiere que lo tuteen, como señaló en esta entrevista. Y pocos recuerdan que, antes de la actuación, estuvo la música, su primer amor.

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El reconocido actor peruano, hijo de la primera Miss Universo latinoamericana, se adentró en la escena musical de su país en 1987, cuando tenía 17 años. En ese entonces había integrado la popular banda de rock alternativo Arena Hash con el fallecido Pedro Suárez-Vértiz, su hermano Patricio y Arturo Pomar. Años después, la banda se separó y algunos de sus miembros siguieron una carrera en solitario, incluido él.

Treinta años más tarde, Meier sigue haciendo lo que siempre le ha gustado hacer: cantar.

En todo este tiempo y en medio de sus proyectos actorales, el intérprete, que ya no desea hacer telenovelas, ha celebrado esporádicos lanzamientos musicales, con satisfactorios resultados. Hasta ahora, esta faceta musical cuenta con cinco producciones discográficas: No me acuerdo quién fui (1996), Primero en mojarme (1999), Once noches (2002), Nada ha cambiado (2016) y el más reciente álbum He vuelto a casa (2023), que por estos días se encuentra promocionando con una gira en su país natal.

De hecho, su último show tuvo lugar este sábado, 27 de enero, en Lima, y su siguiente paso será recorrer con su espectáculo, que incluye sus conocidos temas Carreteras mojadas y Quédate, a otros países de la región, incluyendo Ecuador, tal como lo promete el rockstar peruano en esta conversación con La Revista.

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Por el momento, ¿esta gira solo es interna o has pensado también llevarla a otros países?

La gira primero ha comenzado en el Perú, a finales del año pasado. Paramos por las fiestas navideñas, y será durante el verano. Al final del verano, pues, ya pasaremos a hacerla fuera.

¿Y estás considerando al país hermano?

Claro. Ecuador fue el primer interesado en mi carrera musical, cuando salió mi primer álbum. He ido a cantar en premios musicales en el año 96 o 97. He ido a Guayaquil, a Quito. También he visitado Cuenca, una ciudad que tiene un festival de cine muy famoso todos los años, cuando se dio la oportunidad de presentar un cortometraje que yo escribí y dirigí. Incluso me dieron un reconocimiento especial. Ecuador ha sido siempre muy allegado a mí y le tengo mucho cariño.

Has dicho en varias ocasiones que tu regreso a la música se siente como volver a casa. ¿Significa que te apasiona más cantar que actuar?

No sabría si ponerlo así, pero es lo primero que hice y es lo que me sale más natural. Si tuviera que hacer una pausa, como sucedió en la pandemia, probablemente lo que afloraría primero sería escribir música y hacer música, antes que escribir un guion o ponerme a dirigir. La música ha sido como la génesis de mi carrera, de todo lo que he hecho. La música fue finalmente lo que me llevó a actuar años más adelante.

Si la música estaba primero, ¿nos podrías recordar cómo entonces terminaste siendo actor?

Empecé con mis primeras bandas de amigos, cuando tenía 13 o 14 años, en los garajes de sus casas, en las salas, de manera muy amateur e inocente. A los 17 años con un grupo de muchachos hicimos una banda de rock profesional, grabamos un disco y nos hacemos muy famosos en el Perú. Luego de unos cinco años y dos discos, se separa la banda. Yo decido seguir en la música e iniciar una carrera musical, escribir canciones para grabarlas en el estudio. Como lo que me faltaba era dinero para terminarlo, busqué trabajo y lo encontré de actor. Pensé que con eso iba a poder cubrir los gastos que necesitaba cubrir, pero parece que a la gente le gustó lo que yo estaba haciendo. Al terminar me pusieron otro proyecto.

La carrera de actuación siempre ha sido muy competitiva y no todos lo logran. ¿Qué crees que te ayudó?

Tuve suerte de haber buscado trabajo en un momento en el cual faltaba un puesto dentro de una producción. Se iba a hacer una telenovela, estaba lista y lo único que faltaba era el protagonista. Me vi al espejo y dije: “Bueno, yo probablemente puedo hacerlo”. Llamé, toqué la puerta y me dieron el trabajo. Tuve mucha suerte de que el trabajo que busqué se acomodaba a mi fisionomía. Luego creo que las ganas de seguir adelante y la necesidad también, porque era muy joven, ayudaron bastante a abrirme camino.

Entonces, ¿nunca estudiaste actuación?

No. Y la oportunidad que me dio el productor fue muy generosa. También fui muy consciente de que tenía que ser agradecido con la oportunidad y no dormirme en mis laureles. Hasta el día de hoy, siempre he pensado que tengo que seguir trabajando. Siempre he sido, siempre, consciente de que eso se podía terminar en cualquier momento.

¿Qué te ha dado la música que no te ha dado la actuación?

Amigos. Me ha dado la satisfacción de hacer a muchas personas felices y de causarles emociones con algo que yo he creado. Soy consciente de que los papeles que he realizado y las producciones en las cuales he participado, y sus personajes, siempre han sido un encargo: son escritos por otros, son dirigidos por un director. La música es algo que he hecho yo totalmente. Cuando veo la gente cantar, llorar y dedicarla a sus seres queridos una canción, eso es muy difícil de medir y explicar.

¿Cómo se construyó tu camino a la música y cuáles eran tus referentes?

En mi casa hubo siempre mucha musicalidad, siempre había una radio prendida. Mi padre escuchaba música clásica y siempre tuvo una colección de discos muy grande, lo que hizo que me interesara por escuchar lo que estaba de moda. Tuve la suerte de ser parte de la generación MTV; un día prendí la televisión y nos vimos con la sorpresa de que teníamos música 24 horas al día en un canal de televisión. Fui inspirado por todos esos artistas que empezaron a romper barreras, como Michael Jackson, Madonna, U2, cuando todos esos artistas recién comenzaban. Todo eso hizo que yo soñara mucho y que pensara que era uno de ellos.

Entrevista Christian Meier La Revista 28-01-2024 Foto: Cortesía

Recuerdo que, cuando tenía unos 10 años, con mis vecinos hacíamos shows de ABBA para nuestros papás; yo era el de barba que estaba sentado en el piano (Benny Andersson). Era lo que estaba de moda. Empecé a conseguir discos de los Beatles y de Elvis Presley; me empecé a apasionar muchísimo. Cuando tenía como unos 13 o 14 años, le pedí a mi papá que si me podía regalar un órgano electrónico, y con eso empecé a sacar las primeras notas de las canciones que me gustaban.

¿Han cambiado tus referentes musicales o has agregado nuevos?

No han cambiado, pero sí he ido abrazando a nuevos artistas, porque sé que son los artistas del futuro. Los Bon Jovi de hoy, los Bryan Adams, los Bonos: todos eran chicos de 22 o 23 años cuando yo comencé a escucharlos. Por eso, soy muy abierto en darle la oportunidad a artistas nuevos, como escuchar a Harry Styles y Taylor Swift.

¿Sientes que se te queda un papel pendiente por interpretar? Todos los actores tienen un personaje que desean cumplir antes de morir.

Creo que nunca se van a acabar los papeles, y cualquier papel que me represente un reto siempre será un deseo por cumplir. Yo sé que hay mucha gente que tiene ganas de hacer Hamlet antes de morirse, pero creo que cualquier papel que te traiga una satisfacción siempre será un sueño por cumplir. Hace poco terminó la producción de una película que se estrena pronto, imagino que este año, que se llama Mistura. El personaje es un tipo totalmente ajeno a mí; es un machista tradicional, abusador y hasta físicamente no se parece a mí. Esos son los papeles que espero que siempre estén ahí para seguir cumpliendo sueños.

En los últimos años se ha visto con frecuencia en televisión papeles de asesinos seriales de la vida real y narcotraficantes. ¿Te llaman la atención?

Nunca me han gustado esos roles, porque me parecen demasiado estereotipados. En el 2018 hice la serie El general Naranjo, basada en la vida de un general colombiano que derrotó a los carteles de la droga en Colombia, en las décadas de los 80, los 90 y los 2000. Ya cumplí mi cuota de trabajar en una serie con tema de narcotráfico y ya no me quedaron ganas de más.

Y en cuanto a cantantes o grupos musicales, si tuvieras la oportunidad, ¿con cuál te gustaría cantar en vivo?

Con Andrés Calamaro. Él tiene discografía brillante y su música me ha inspirado siempre; hasta el día de hoy me gusta lo que hace. Me encantan sus canciones Estadio Azteca, Te quiero igual, El día de la mujer mundial, Paloma, Cuando te conocí...

Perú en los dos últimos años perdió a dos grandes artistas: Diego Berti y Pedro Suárez-Vértiz. ¿Cuáles son sus legados que debemos recordar?

La alegría que le trajeron a mucha gente. En el caso de Diego, los papeles memorables que hizo como actor, a la gente que inspiró, entre ellos a mí. Yo me convertí en actor porque, para mí, Diego era un ídolo sin ser mucho mayor que yo. Él comenzó muy joven; yo tenía 16 o 17 años, y me inspiró a que podía hacer una carrera en el mundo de las artes tanto de la música como de la actuación. Si no hubiera existido Diego, probablemente yo no estaría aquí sentado.

Lo mismo con Pedro. Él es un amigo más entrañable aún, porque con él formamos esta banda musical y recorrimos todo nuestro país. Él fue quien me hizo entender la música, la estructura de una canción y cómo componerla. Su obra es tan vasta y su talento era tan grande que, gracias a Dios, después de 35 años sus canciones han seguido inspirando a gente.

¿Cómo te afectaron sus muertes?

Me tocaron bastante. En el caso de Diego, estuve fuera cuando sucedió; me dio mucha pena no poder haber estado con su familia. En el caso de Pedro, fue justo alrededor de las fiestas navideñas; entonces, estuve aquí inmediatamente, pude estar con él y sentí más de cerca probablemente la pérdida de ese amigo. Y ocurre justo cuando yo regresaba a la música. Compartir con él lo que está sucediendo ahora conmigo, con esta gira, le hubiera gustado muchísimo. Y probablemente esté él presente, porque en mi primer álbum tuve la brillante idea de invitarlo a hacer un feat, un dúo, que es un éxito y que es infaltable en cada uno de mis conciertos.

Si pudieras escoger tus legados como artista, ¿cuáles serían?

Que los discos que he escrito han sido con honestidad. Que siempre he tratado de no montarme en el bus de las tendencias, sino que he tratado de plasmar lo que siento.

Por cierto, ¿cómo te va en tu nueva vida de casado? (se casó en julio del 2023 con la empresaria Andrea Bosio, de 26 años)

Hasta ahora sin novedad, bien. Todo bien, es muy feliz. Estoy muy contento. Tengo menos espacio en el clóset del que tenía antes; pero, salvo eso, todo lo demás ha sido mucho mejor. (E)