Año tras año, 8 millones de toneladas de plástico acaban en el mar, causando estragos en la vida silvestre, la pesca y el turismo. Asimismo, se conoce que la contaminación por plástico genera gastos de 8.000 millones de dólares en daños al ecosistema marino. Por ejemplo, una botella de plástico tarda hasta 500 años en desintegrarse, aunque si está enterrada, este tiempo se prolonga aún más.