La Hora del Planeta nació en Sidney (Australia), en el año 2007, como un gesto simbólico que consiste en apagar las luces de edificios y monumentos durante una hora, para llamar la atención sobre el problema del cambio climático.

En la actualidad esta actividad, promovida por la World Wide Fund for Nature (WWF), moviliza a millones de personas en casi 200 países un día al año. Además de buscar acciones directas para contrarrestar el impacto del cambio climático, también se promueve la adopción de estilos de vida sostenible que tengan en cuenta la conservación de los bosques, los mares y los recursos naturales.

Durante la jornada, celebrada el último sábado del mes de marzo, se recuerda que la naturaleza es nuestro sistema de soporte vital, que nos brinda todo lo que necesitamos, desde el aire que respiramos hasta el agua que bebemos y los alimentos que comemos y que debemos defenderla ahora para salvaguardar la salud de nuestro planeta y, a su vez, nuestra propia salud y bienestar.

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En este 2023, la actividad de mantener el simbólico gesto de apagar la luz se cumplirá el día 25 de marzo, de 20:30 a 21:30.

Pero aparte del apagón de monumentos o edificios emblemáticos, empresas o personas también pueden contribuir, apagando luces y aparatos eléctricos no indispensables. Con ello se promueve el ahorro de energía, la disminución de las emisiones contaminantes y la reducción de la contaminación lumínica.

En esta jornada, aparte de apagar la luz también se podrán realizar algunas otras acciones, ya sea limpiando la playa, plantando árboles, cocinando la cena con ingredientes sostenibles o reuniendo amigos para esta hora especial por la Tierra.

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Actividad por La Hora del Planeta.

En el transcurso de más de una década, la Hora del Planeta presentó muchos de los lugares más emblemáticos del mundo apagando sus luces, desde el London Eye en Inglaterra hasta la Torre Eiffel, en Francia y el Coliseo en Italia. (I)