Tengo 25 años. Conocí al padre de mi hijo cuando yo tenía 16 y él 20. La relación siempre fue complicada: él era celoso e impulsivo; se quería pasar de listo conmigo. Pasamos años juntos; mi vida giraba junto a él (yo no tenía amigos). Me traicionó cuando teníamos cinco años y medio. Yo no me sentía preparada para estar sexualmente con él; no le gustó y me dejó. Tuvo otra chica y, sin embargo, se molestó porque me vio con un amigo que me acompañó a coger un taxi. Después de todo esto, me pidió perdón a mí y a mi madre, lloró mucho y se puso delgado. Me dio mucha tristeza verlo así y lo perdoné. Pero él salía con sus amigas del trabajo, y yo quedé en último plano. Salí embarazada y le dije que el matrimonio no es un juego; quería una vida tranquila con mi hijo. Se casó conmigo, pero en su trabajo no dijo nada. Al mes y medio me ha levantado la mano y me ha mandado a trabajar. Me he enterado de que me está engañando con dos mujeres. Los padres de él estaban a su favor; vivíamos en su casa; la mamá de él se metía y lo apoyaba en todo. Ahora se quiere divorciar de mí, y me siento desesperada porque no cuento con dinero. Estoy estudiando. No quisiera caer en sus garras otra vez.