La decoloración de cejas, una tendencia que ha emergido con fuerza en los últimos años, ha captado la atención de quienes buscan un look más atrevido y vanguardista. Sin embargo, detrás de esta moda audaz se esconde una serie de consideraciones que van más allá de la estética y que plantean interrogantes sobre la seguridad y el impacto de esta práctica en la salud de la piel.
Tendencia para audaces, no para todos
Sophy Castañeda, asesora de imagen, expresa su escepticismo sobre la decoloración de cejas. “La decoloración de cejas no es correcta ni adecuada para nadie”, asegura. Desde su perspectiva, esta tendencia está dirigida a un grupo muy específico de personas: aquellos que desean ser disruptivos y dramáticos en su apariencia. Para Castañeda, las cejas desempeñan un papel fundamental en la estructura del rostro, ya que se encargan de definir y enmarcar la zona de los ojos, que considera como “la franja más protagónica del rostro.”
Castañeda subraya que esta moda no es para la persona común. “Creo que esta tendencia no está hecha para nosotros, la gente común que tiene su día a día”, añade y sugiere que la decoloración de cejas es más adecuada para celebridades o personas en el mundo del espectáculo, quienes tienen acceso a una producción diaria que les permite mantener un look perfectamente estilizado.
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El estilista José Vargas coincide en que la decoloración de cejas es una opción que debe ser evaluada cuidadosamente. Según Vargas, aunque algunas clientas optan por decolorarse las cejas, él no la recomienda, pues considera que no añade ningún valor significativo a la apariencia. “La decoloración de cejas no va a causar nada en nuestra mirada... Es para una artista que quiere innovar, algo diferente para los escenarios”, señala.
El proceso de decoloración, explica Vargas, es uno de los más agresivos en peluquería y al aplicarse en las cejas, que es un vello delicado y cercano a la piel sensible del rostro, los riesgos aumentan considerablemente.
“Si eres de una piel acneica, con rosácea, sensible o alérgica, puede causar hasta quemaduras graves”, advierte. Para Vargas, la decoloración de cejas es una elección que requiere de mucha personalidad y no es algo que se pueda adoptar sin considerar los riesgos y la coherencia del look completo.
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Ejemplos de celebridades: la excepción a la regla
A pesar de las advertencias de los expertos, la decoloración de cejas ha sido adoptada con éxito por varias celebridades. Figuras como Belinda y Karol G han lucido cejas decoloradas en distintas ocasiones, y su apariencia ha sido generalmente bien recibida. Según el estilista, estas artistas pueden permitirse esta tendencia gracias a un equipo completo de profesionales que asegura que cada aspecto de su apariencia esté perfectamente coordinado. “Si tuviésemos ese tipo de styling y nos pintamos las cejas rubias, lo que menos van a notar son nuestras cejas, sino todo el conjunto de trabajo”, comenta.
El punto de vista dermatológico: ¿a qué riesgos te expones?
La dermatóloga Lorena Quiroz aporta un enfoque médico a los posibles riesgos asociados con la decoloración de cejas. Según Quiroz, este procedimiento puede tener efectos adversos tanto en la piel como en el vello de la zona. “La decoloración es el procedimiento que más daña el pelo, hace que el pelo se vuelva muy hidrofílico y, por lo tanto, mucho más susceptible a la ruptura”, explica.
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Quiroz también advierte sobre los ingredientes que pueden causar irritación o alergias: “Alcohol (etílico o isopropílico), hidróxido de amonio, persulfato de amonio y peróxido de hidrógeno son algunos de los componentes que pueden provocar desde irritación ocular hasta quemaduras en la piel”. Además, menciona que la decoloración no es recomendable para las personas con piel sensible, alergias o condiciones dermatológicas, como la dermatitis, ya que los resultados pueden ser impredecibles y potencialmente dañinos.
La dermatóloga enfatiza la importancia de seguir cuidados específicos tanto antes como después de la decoloración para minimizar los daños. “Es fundamental suspender cualquier tratamiento dermatológico, como retinoides o ácidos, al menos una semana antes del procedimiento”, aconseja. Después de la decoloración, recomienda “seguir una rutina de cuidado adecuada, que incluya el uso de productos específicos para cabellos decolorados y limitar la exposición al calor y al sol”.
Finalmente, Quiroz señala que, si bien la decoloración puede ser atractiva para algunos, debe realizarse con moderación para evitar daños permanentes. “Realizar (el proceso) lo menos posible es lo más seguro”, concluye y sugiere que quienes deseen aclarar sus cejas opten por alternativas menos agresivas, como el uso de maquillaje.
Decoloración de cejas: ¿una moda efímera?
Aunque la decoloración de cejas puede parecer un cambio divertido y audaz, es evidente que no es una decisión que debe tomarse a la ligera. Entre las consideraciones estéticas y los riesgos dermatológicos, esta tendencia podría no ser adecuada para todos y es probable que, como otras modas extremas, tenga un ciclo de vida limitado.
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En un mundo donde las cejas han sido elevadas a un nuevo nivel de importancia en la belleza facial, renunciar a su color natural para seguir una tendencia de alto riesgo puede no ser una apuesta ganadora para la mayoría. Como concluye Castañeda, “las cejas son parte importante y fundamental en el marco facial... Nunca va a ser lo mismo un rostro sin esa definición”. (I)
