El 16 de abril, el secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., causó reacciones a favor y en contra en su país cuando dijo que el trastorno del espectro autista (TEA) puede prevenirse, y prometió hallar la ‘toxina ambiental’ detrás del aumento de tasas de lo que llamó una ‘epidemia’ en el país.