En el ajetreo del día a día, nos falta tiempo para dedicarle al ejercicio físico, que más allá de dejarnos una bonita figura, tiene amplios beneficios en la salud del cuerpo. El pilates emergió como una disciplina que permite tonificar diferentes músculos al mismo tiempo y que a diferencia de otras rutinas no resulta tan agotadora.

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Dentro de este entrenamiento, destaca el ejercicio “swimming” como una excelente opción para trabajar abdomen, glúteos y espalda con tan solo una postura, que como su nombre lo indica proviene de los movimientos que hacemos en la natación.

Sin embargo, no necesitarás sumergirte en una piscina ni tampoco otros aparatos para cumplir con este ejercicio por tan solo 10 minutos al día para fortalecer estos tres grupos musculares.

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¿Cuáles son los beneficios del “swimming”?

- Exige coordinación mental para movilizar brazos y piernas de forma simultánea.

- Favorece una buena postura en tu día a día.

- Reduce el dolor en la espalda baja, también conocido como lumbago.

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- Define los glúteos y los isquiotibiales, la parte superior interna de los muslos.

- Tonifica los abdominales, pues ayudan a sostener la columna y el cuello durante el movimiento.

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Los ejercicios como pilates, natación o caminar de forma adecuada sirven para que el cuerpo se ejercite y tenga el hábito de una buena postura.

¿Cómo se hace el “swimming” de Pilates?

Desde el portal especializado en fitness Vitónica, sugieren aprender primero a ejecutar bien la extensión de la columna, también conocido como back extensión.

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1. Acuéstate boca abajo con tus piernas juntas, codos flexionados y palmas apoyadas en el suelo

2. Ahora sube solo la parte superior del cuerpo, manteniendo las últimas costillas pegadas al suelo.

3. Regresa al suelo y ahora repite este mismo movimiento pero con los brazos extendidos a los lados del cuerpo.

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4. Luego, coloca los brazos extendidos hacia adelante, por encima de la cabeza y vuelve a subir el tronco.

La segunda parte de este aprendizaje comprende la coordinación brazos y piernas. Comienza lentamente levantando hacia el cielo el brazo derecho con pierna izquierda estirada y después, brazo izquierdo con pierna derecha. ¿A qué altura? La que puedas, aunque la ideal sería que los brazos suban a la altura de tus orejas.

La tercera parte es quizá la más compleja porque requiere hacerlo un poco más rápido y sin permitir que el cuerpo se balancee. Solo deberán moverse brazos y piernas. Recuerda que el abdomen siempre deberá tocar el suelo, aunque con una contracción para proteger la columna.

En el sitio web Mujer Hoy, recomiendan hacer 2 o 3 series de al menos 5 repeticiones de un lado y 5 del otro.

(I)

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