Un estudio publicado este lunes en la revista Nature ha revelado el segundo caso del mundo de resistencia contra la enfermedad del Alzhéimer. Se trata de un colombiano que presentó una variante genética que le otorga esta protección al alzhéimer hereditario de inicio temprano.

El hombre, ya fallecido, no tuvo problemas cognitivos hasta los 67 años y portaba el gen PSEN1, lo que le daba una predisposición al alzhéimer autosómico dominante (ADAD).

Quienes portan este gen tienen un deterioro cognitivo leve a una media de 44 años, demencia a los 49 y mueren por complicaciones alrededor de los 60 años.

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Los investigadores detallaron que el caso anterior se trató de una mujer que permaneció sin deterioro cognitivo durante casi 30 años después de la edad esperada de inicio clínico.

La variante genética ahora identificada y que han llamado Reelin-COLBOS se produce en el gen RELN, que codifica la proteína reelina, que tiene un papel fundamental en la regulación del desarrollo y la función de las células cerebrales.

La naturaleza hizo “un experimento excepcional con estos sujetos: los dotó de un gen que causa el alzhéimer y, al mismo tiempo, de otro gen que los protegió de los síntomas de la enfermedad durante más de dos décadas”, destacó Francisco Lopera, director del Grupo de Neurociencias de la Universidad de Antioquía y coautor del nuevo estudio.

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La solución pasa por “imitar a la naturaleza desarrollando terapias que imiten el mecanismo de protección de estas variantes genéticas en sujetos con riesgo de padecer la enfermedad”, agregó el investigador en un comunicado del Mass General Brigham, una red de hospitales con sede en Boston (Estados Unidos).

El equipo analizó datos clínicos y genéticos de unas 1.200 personas de Colombia portadoras de la mutación Paisa, en el que identificaron a ese hombre que permaneció sin deterioro cognitivo hasta los 67 años, progresó a demencia moderada a los 72 y falleció a los 74.

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Dos de las características del alzhéimer son la presencia en el cerebro de placas del péptido beta amiloide y la formación de ovillos de proteína tau.

Tras comparar las características de ambas personas, el equipo vio que mostraban una patología amiloide generalizada en el cerebro.

Sin embargo, había una agregación limitada de la proteína tau en la corteza entorrinal, una región cerebral que se ve afectada característicamente en las primeras fases clínicas del alzhéimer.

Los investigadores sugieren que la variante Reelin-COLBOS puede ser más eficaz para limitar la agregación de proteína tau y la formación de ovillos.

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Aunque no pueden descartar por completo que otros factores, incluidas variantes genéticas adicionales, hayan contribuido a la resistencia del paciente frente a los síntomas, las pruebas experimentales en estudios preclínicos implican fuertemente a esa variante. (I)