Durante varias épocas del año, en varias ciudades se presentan un repunte de enfermedades respiratorias que afectan a las poblaciones.

Si bien la emergencia internacional del COVID-19 finalizó, la enfermedad aún sigue afectando a varios países, sin embargo, debido a las medidas que se implementaron como la vacunación, se logró reducir las afectaciones a los sistemas de salud.

La aparición de nuevas variantes ha ocasionado que se mantenga la vigilancia epidemiológica. En los últimos meses surgió la variante Arcturus, que aumentó los casos de COVID-19, sin embargo, no se ha visto una afectación en la severidad de la enfermedad.

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Dentro de los síntomas que se pueden presentar está la fiebre, dolor corporal, dolor de garganta y tos.

¿Por cuánto tiempo protegen las vacunas contra el COVID-19?

Esta sintomatología también se presenta en otras afectaciones propias de la época como influenza, gripe y hasta el virus sincitial respiratorio (VSR).

El COVID-19 es ocasionado por un virus, en este caso, el SARS-CoV-2; la influenza también tiene su origen en un virus así como el VSR.

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De acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, el COVID-19 tiene una propagación mayor a la de la influenza. Aunque no es posible diferenciarlos solo con la sintomatología, es necesario realizar pruebas diagnósticas que permita descartar una de las enfermedades.

Dentro de los síntomas similares se encuentra: fiebre, tos, dificultad para respirar, fatiga, dolor de garganta, congestión nasal, dolor muscular, dolor de cabeza, entre otros.

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En el caso del COVID-19, este presenta una tos seca, además con la nueva variante se están viendo casos de conjuntivitis entre los contagiados. En la influenza es raramente que se dé la pérdida de olfato y gusto.

La aparición de los síntomas también es diferente. Desde el contagio, la influenza se puede comenzar a reflejar entre uno y cuatro días desde el día de la infección, en el COVID-19 puede pasar entre dos y cinco días, y hasta 14 días después de la infección.

En cambio, el VSR es una enfermedad que puede provocar síntomas similares al resfriado común, pero que se puede transformar en un gran problema al causas infección a los pulmones. Entre los grupos más vulnerables se encuentran niños, adultos mayores y personas con otras afecciones médicas.

Los síntomas aparecen de manera gradual y no es habitual que se den todos a la vez, entre estos se encuentra congestión nasal, poco apetito, tos, estornudos, fiebre y silbido durante la respiración.

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Ante la presentación de sintomatología respiratoria se deberá acudir a un centro médico así como el uso de mascarilla. El profesional de la salud descartará alguna de las enfermedades virales a través de exámenes diagnósticos. (I)