¿Te encuentras en la etapa de los 50 y sientes que bajar de peso se ha convertido en una batalla cuesta arriba? El metabolismo se vuelve más lento, la masa muscular tiende a disminuir y, por si fuera poco, esos molestos antojos de azúcar parecen multiplicarse.

Sin embargo, no hay que rendirse. ¡Al contrario! Es precisamente en este momento cuando más importante es cuidar tu salud y bienestar. Y para ello, te traemos un aliado infalible: la “Caminata del Gorila”.

Trucos para hackear tu metabolismo para que funcione más rápido y poder bajar de peso de manera natural

“Caminata del Gorila”: tu aliado para una vida más saludable

Procura calentar antes de iniciar cualquier entrenamiento Foto: Freepik

La caminata del gorila ofrece una variedad de beneficios para el cuerpo. Este ejercicio único y desafiante fortalece los músculos de la caja torácica, lo que mejora la estabilidad y el equilibrio, especialmente en personas mayores de 50 años, las cuales son más propensas a caerse.

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Así lo indica El Cronista, medio que señala que otros beneficios únicos de este tipo de caminata son la capacidad de estimular el corazón, fortalecer los músculos uniformemente, aumentar la resistencia física y estimula el movimiento articular.

Por supuesto, esta actividad física de bajo impacto también promueve la pérdida de peso, lo que mejora la salud general y reduce el riesgo de desarrollar enfermedades como la hipertensión, diabetes tipo 2, entre otras.

Esta es la cantidad de minutos que debes caminar al día para bajar de peso, el colesterol y la azúcar en la sangre, según la Universidad de Harvard

Cómo realizar la “Caminata del Gorila” paso a paso

Puedes tomar descansos para relajarte mientras haces la "Caminata de Gorila" Foto: Freepik

¿Quién no conoce cómo se mueven los gorilas? Lo hemos visto en diferentes en el zoológico, en películas y series. Sin embargo, si tienes dudas sobre cómo desarrollar esta caminata, sigue los siguientes consejos otorgados por El Cronista:

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  • Separa los pies a la altura de los hombros y flexiona las rodillas hasta adoptar la posición de una sentadilla ligera.
  • Con tu espalda recta, te inclinarás levemente hacia adelante y extenderás tus brazos frente a ti. Cuida distribuir bien tu peso entre las manos y los pies.
  • Ahora sí, podrás caminar lentamente, moviendo de forma alternada las manos y los pies. Lo importante es mantener la espalda recta, controlar la respiración y realizar pausas ocasionales.

(I)

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