La viruela del mono o viruela símica (mpox) es una enfermedad viral que se propaga del animal al humano, pero se transmite también por contacto físico estrecho con una persona infectada por el virus. Es más común en los países del oeste y del centro de África.

El virus, más contagioso y peligroso, es causado por el clado I y una variante aún más peligrosa, el clado Ib. Su tasa de mortalidad se estima en un 3,6 %.

Un total de 38.465 casos fueron registrados en 16 países africanos desde enero de 2022, con 1.456 muertes.

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Además, se registró un aumento de casos del 160 % en 2024 respecto del año anterior, según datos publicados la semana pasada por África CDC.

El clado Ib provoca erupciones cutáneas en todo el cuerpo, mientras que las cepas anteriores se caracterizaban por erupciones localizadas y lesiones en la boca, la cara o los genitales.

La enfermedad fue descubierta por primera vez en humanos en 1970 en la actual República Democrática del Congo (antes Zaire), con la difusión de un subtipo clade I y era contagiado regularmente por el contacto con animales.

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Síntomas

Los signos y síntomas suelen comenzar una semana después de la exposición, pero pueden hacerlo pasados uno a 21 días. Suelen durar de dos a cuatro semanas, o más en personas con sistema inmunitario debilitado.

El sarpullido de la viruela del mono suele aparecer primero en la cara, las manos o los pies y, luego, se extiende a otras partes del cuerpo.

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Sin embargo, en los casos vinculados con el brote que comenzó en 2022, el sarpullido, por lo general, empezó en la zona genital, la boca o la garganta. El sarpullido de la viruela del mono tiene varias etapas. Las manchas planas se convierten en ampollas. Después, las ampollas se llenan de pus, forman una costra y se caen en un periodo de dos a cuatro semanas.

Puedes contagiar la viruela del mono mientras tienes síntomas. Es decir, desde que empiezan los síntomas hasta que se curan el sarpullido y las costras, detalla Mayo Clinic.

Los síntomas de esta enfermedad pueden comenzar de 3 a 17 días a partir de la exposición. El tiempo que transcurre entre la exposición y la aparición de los síntomas se denomina periodo de incubación.

Síntomas frecuentes:

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  • Erupción cutánea
  • Fiebre
  • Dolor de garganta
  • Dolor de cabeza
  • Dolores musculares
  • Dolor de espalda
  • Falta de energía
  • Ganglios linfáticos inflamados

En algunos casos el primer síntoma es una erupción cutánea, pero otros pueden presentar antes síntomas diferentes.

La erupción comienza como una mancha que se convierte en una vesícula llena de líquido y puede picar o doler. A medida que la erupción se cura, las lesiones se secan y se cubren de costras que acaban por caer, indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Puede haber solo unas pocas lesiones cutáneas o cientos de ellas. Las lesiones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, como:

  • Palmas de las manos y plantas de los pies
  • Cara, boca y garganta
  • Ingles y genitales
  • Ano

Algunos casos también presentan hinchazón dolorosa del recto o dolor y dificultad para orinar.

Los pacientes son contagiosos hasta que todas las lesiones hayan cicatrizado y se haya renovado la piel.

Contagio

La transmisión de persona a persona puede producirse por contacto directo con lesiones infecciosas de la piel o de otras zonas, como la boca o los genitales.

El contagio puede hacerse:

  • Cara a cara (al hablar o respirar)
  • Piel con piel (al tocarse o mantener relaciones sexuales vaginales o anales)
  • Boca a boca (al besarse)
  • Boca con piel (al besar la piel o al tener relaciones sexuales orales)
  • Por gotículas respiratorias o aerosoles de corto alcance en caso de contacto cercano prolongado.

A continuación, el virus entra en el organismo a través de la piel lesionada, las mucosas (por ejemplo, oral, faríngea, ocular, genital, anorrectal) o las vías respiratorias. La viruela símica puede contagiarse a otros miembros de la familia y a las parejas sexuales. Las personas con múltiples parejas sexuales corren mayor riesgo.

La transmisión de animales a humanos se produce por mordeduras o arañazos, o al cazar, despellejar, manipular cadáveres, cocinar o comer animales infectados. La magnitud de la circulación del virus en las poblaciones animales no se conoce bien y sigue siendo objeto de estudio.

Se puede contraer la viruela símica a partir de objetos contaminados, como ropa de vestir o de cama, a través de heridas punzantes en la asistencia de salud o en entornos comunitarios, como los salones de tatuajes. (I)