Un aumento en las últimas semanas ha registrado una variante que ha emergido en el mundo. Se trata de la LB.1, un linaje de ómicron que tiene un 17,5% de prevalencia en las muestras analizadas en Estados Unidos.

En ese país aún la variante KP.3 representaba el 33% de las nuevas enfermedades, seguida de KP.2 con el 20,8%.

En los últimos días, la Organización Mundial de la Salud (OMS) colocó a la LB.1 como una variante bajo monitoreo. De acuerdo con Red de aprendizaje en tiempo real sobre la COVID-19, esta es una variante que desciende de la JN.1 aunque cuenta con una diferencia con las KP.2 y KP.3, denominadas FLiRT, que es contar con una mutación diferente.

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Dos casos de nueva variante FlirRT del COVID-19 se reportan en Ecuador

Un estudio con resultados preliminares de la Universidad de Tokio indica que el número de reproducción efectiva relativa de LB.1 puede ser mayor a otras subvariantes, además que cuenta con la misma mutación que la KP.2.3.

Además tiene una menor neutralización al virus que otras subvariantes. “Debido a la naturaleza de la rápida aparición de LB.1, estos resultados aún no han sido corroborados por evidencia epidemiológica del mundo real”, se indicó.

La Escuela de Medicina de Yale señaló que la vacunación aún contribuye a reducir significativamente el riesgos que una persona sufra una enfermedad grave, pero se debe a estar al día con estas.

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“Recomendaría especialmente a cualquier persona que reúna los requisitos para recibir la vacuna debido a su edad avanzada que se la vacune si aún no lo ha hecho... La razón es que el mayor factor de riesgo de un mal desenlace de la COVID es la edad avanzada”, refirió el especialista en enfermedades infecciosas de Yale Medicine, Scott Roberts. (I)