La importancia de mantener un intestino saludable va más allá de simplemente evitar malestares digestivos. Según el Dr. Victor Chedid, gastroenterólogo de Mayo Clinic en Rochester, cuidar de nuestra salud intestinal puede ser clave para prevenir enfermedades inflamatorias como la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), una condición crónica que afecta el tracto digestivo y puede tener impactos significativos en la calidad de vida.

El Dr. Chedid destaca cuatro pilares fundamentales para mantener la salud intestinal: nutrición, ejercicio, salud mental e hidratación. En cuanto a la nutrición, recomienda seguir una dieta al estilo mediterráneo, rica en vegetales, frutas, granos enteros, legumbres, frutos secos, semillas y aceite de oliva, además de consumir entre 30 y 40 gramos de fibra diariamente. Este tipo de dieta no solo está cargada de antioxidantes, sino que también minimiza alimentos que podrían causar inflamación.

El ejercicio regular es otro aspecto crucial, adaptado a las necesidades individuales de cada persona. Además, cuidar de la salud mental es esencial, dado que existe una estrecha relación entre el intestino y el cerebro; el estrés y el trauma pueden desencadenar síntomas gastrointestinales como el síndrome del intestino irritable o la dispepsia funcional.

Publicidad

Así puedes preparar el jugo con aloe vera que puede lograr regular el colesterol en tu sangre

La hidratación adecuada también juega un papel fundamental en el mantenimiento de la salud intestinal, por eso es recomendable consumir al menos 2 litros de agua diariamente para prevenir el estreñimiento y garantizar el adecuado funcionamiento de los órganos, especialmente en climas cálidos donde la deshidratación puede ser un problema.

El Dr. Chedid enfatiza que la atención integral a estos factores es crucial para mantener la salud intestinal y prevenir enfermedades como la EII, que incluyen la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. La EII afecta a millones de personas globalmente y, aunque no tiene cura, existen tratamientos para controlarla y lograr la remisión, incluyendo medicamentos antiinflamatorios, inmunosupresores, biológicos, antibióticos y en algunos casos, cirugía.

Los síntomas como la diarrea y el sangrado rectal son comunes en la EII y pueden llevar a quienes la padecen a sentirse avergonzados y reacios a buscar ayuda. Es por eso que el Dr. Chedid hace un llamado a la conciencia y a buscar atención médica adecuada ante cualquier síntoma, para obtener un diagnóstico temprano y un tratamiento efectivo. (I)