Una de las heroínas de la escritora inglesa Jane Austen le habla directamente al espectador y lo mira a los ojos para compartirle la desdicha que ha vivido quietamente durante ocho años, en la reciente adaptación de la novela Persuasión, de 1817.

La Anne Elliot (Dakota Johnson) de la directora Carrie Cracknell y de los guionistas Ron Bass y Alice Victoria Winslow ha elegido apoyarse en su más cercana amiga, Lady Rusell (Nikki Amuka-Bird), y también en el vino. Ninguno de los dos le da las respuestas que busca. En especial la primera, cuyo consejo la llevó a separarse de su novio, Frederick Wenworth (Cosmo Jarvis), por considerar que él no tenía el rango suficiente para casarse con la joven.

Cuando Anne y su ex vuelven a encontrarse, las cosas han cambiado; el padre de ella ha caído en la bancarrota y ha perdido su mansión (para ir a vivir a una más pequeña), mientras que la familia del ahora capitán Wenworth ha progresado en la vida y son los nuevos inquilinos de la enorme casa que los Elliot deben abandonar.

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Ese es el segundo cambio notorio que hace el filme. Conserva algunos pasajes selectos, entre los más conocidos de la novela, pero por lo demás usa un lenguaje contemporáneo e informal. Anne piensa en Wenworth como su ex, un estatus terrible. Lo único que puede ser peor es cuando los involucrados deciden ser civilizados y permanecer como amigos, al menos para salvar las apariencias. Lo cual ocurre, para horror de Anne.

El guionista Ron Bass explica que quisieron romper la cuarta pared con el personaje interpretado por Dakota Johnson, no para hacerla una narradora, sino una amiga del público; ella permanece en la caracterización y al mismo tiempo va dando contexto a quienes se integran justo en la mitad de su historia familiar, que la aburre, y de su ruptura sentimental, de la que se arrepiente.

Bass justifica el uso de este recurso para aterrizar el relato, acelerar la acción y despedirse de los largos diálogos y descripciones. “Lo que sucede en la prosa es lo que pasa en el interior de las personas. Lo que pasa en el cine, desafortunadamente, es lo que pasa entre las personas”.

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"Es un 10. Nunca confío en un 10". Dakota Johnson interpreta a Anne Elliot en 'Persuasión' (Netflix). Foto: @Netflix

Lo que querían captar, dice la guionista Winslow, es el espíritu de la obra de Austen. Admite que apelaron al lenguaje de la generación Z. “Fue una manera de apoderarnos de su sensibilidad en una nueva manera y atraer un poco más a las audiencias modernas. Para ello, no dudaron en introducir un sistema del siglo XX, y pusieron a los personajes a calificarse unos a otros en la escala del 1 al 10, según su atractivo.

“Quería que la mayor cantidad de gente se vea a sí misma en esta película”, añade la directora Cracknell al hablar del elenco multiétnico. “Quería que un grupo realmente diverso pueda entrar a esta historia y sentirse sumergida en ella”.

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El actor británico de ascendencia malaya Henry Golding ('Crazy Rich Asians') es el 10 de Anne Elliot en 'Persuasión'. Foto: @netflixgolden

Pero si usted no logra esa experiencia inmersiva, debe saber que no todos los que alguna vez leyeron a Austen están contentos con el resultado. El crítico de cine Justin C. Chang, columnista de Los Ángeles Times, se quedó con la impresión de que algún bot filtró ciertas citas de la novela e hizo un resumen del argumento.

“Una sobresimplificación”, opinó Richard Lawson, crítico principal de cine, televisión y teatro de Vanity Fair, quien encontró la adaptación muy poco… persuasiva, de no ser por la cinematografía de Joe Anderson, nominado al premio Bafta 2020 por Top Boy (también en Netflix).

“Los diálogos son la mejor parte de cualquier drama de época”, escribió un usuario en Twitter, después de leer la opinión de Chang. “Si quisiera lenguaje actual y simple, vería un romance moderno”. (E)