Los seres humanos tienen desde los primeros días de sus vidas la capacidad natural de reconocer rostro, en este aspecto los méritos se los lleva el giro fusiforme, que se encuentra en el cerebro y tiene una participación importante en este proceso.
Según Muy Interesante, los científicos han observado que mientras esta región se ilumina al reconocer un rostro familiar, no ocurre de la misma forma con los nombres, lo que conlleva a entender que a nivel cerebral no se procesa por igual la información de los rostros y de los nombres.
¿Por qué para algunos es tan difícil recordar nombres?
El profesor de psicología y neurociencia Neil Mulligan señala que “es completamente normal confundir nombres, especialmente dentro de las categorías de nombres relacionados” y no es un error que le compete solo a los padres y a los abuelos, pues también puede ocurrirle a personas más jóvenes.
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La doctora Judith Heidenbrink explicó a AARP que cuando se llama a alguien por el nombre equivocado, es común usar el nombre de alguien similar o relacionado, por ejemplo, un familiar o amigo cercano. Esto se debe, según ella a que “el cerebro almacena la información en redes” de términos relacionados.
La experta agrega: “es mucho más probable que sustituyas nombres que suenan similares o que están vinculados de la manera más fuerte a una categoría”.
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En ese sentido, otra investigación halló otros patrones relacionados a los errores verbales. Por ejemplo: quienes se equivocan con los nombres son casi siempre mayores que las personas a las que están nombrando incorrectamente, asimismo, los hablantes suelen verse frecuentemente.
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Por otra parte, las mujeres suelen tener un poco más de probabilidad que los hombres de confundir los nombres, así como a confundir sus propios nombres.
Mulligan afirma que esto puede ocurrir como un proceso normal del envejecimiento, ya que con el paso de las años, las personas pierden la destreza de suprimir palabras no deseadas, siendo propensas a cometer más desatinos verbales.
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