Es común escuchar a las abuelas o a conocidos decir que no hay que bañarse inmediatamente después de comer. Pero, ¿será que tienen razón? La realidad es que muchos todavía se resisten a dejar esta práctica con base en costumbres heredadas.
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Aunque parezca inofensivo, disfrutar de una ducha justo después de comer puede no ser la mejor idea porque puede provocar problemas digestivos.
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Es común escuchar a las abuelas o a conocidos decir que no hay que bañarse inmediatamente después de comer. Pero, ¿será que tienen razón? La realidad es que muchos todavía se resisten a dejar esta práctica con base en costumbres heredadas.
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