Si usted es de las personas que constantemente siente la necesidad de mover o estirar las piernas puede estar experimentando el síndrome de las piernas inquietas, una sensación que puede manifestarse si está recostado o sentado.

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Esto ocurre como parte de “un trastorno neurológico caracterizado por la aparición de una sensación molesta, no dolorosa, en las piernas que obliga a la movilización de las mismas”, según describe la Clínica Universidad de Navarra.

El síndrome de piernas inquietas suele empeorar cuando está en reposo y solo siente alivio con el movimiento de las mismas. Foto: Freepik.

Para saber si tiene el síndrome de piernas inquietas debe estar atento a los síntomas. Está claro que lo más común es la necesidad de mover las extremidades, pero Clínica Mayo añade otras señales como:

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  • Sensación de incomodidad en las piernas tras un largo período sentado o acostado
  • Sentir alivio cuando se pone en movimiento como caminar
  • Movimientos que empeoran por la tarde o noche
  • Movimientos involuntarios durante el sueño

Causa del síndrome de piernas inquietas

De acuerdo con la explicación de la Clínica Mayo, este trastorno neurológico puede estar asociado a un posible desequilibrio de la dopamina, una sustancia del cerebro que envía mensajes para el control de los movimientos musculares.

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Desde el sitio web The Objetive se mencionan otras posibles causas como deficiencia de hierro o daño a los nervios periféricos. Sin embargo, en la mayoría de los casos no se determina la causa por lo que se considera como idiopático, es decir una enfermedad de origen desconocido.

El síndrome de piernas inquietas puede afectar su calidad de vida debido a que interfiere en el sueño y causa somnolencia por lo que es necesario que busque asistencia médica si sus síntomas se mantienen por tiempo prolongado.

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El síndrome de las piernas inquietas puede interferir con la calidad de su sueño. Foto: Freepik.

Otras recomendaciones que le pueden ayudar a controlar esos movimientos en sus piernas es tratar de mantener un horario de sueño regular, limitar la cafeína, consumir alimentos ricos en hierro, hacer ejercicios regularmente, practicar técnicas de relajación, masajes o baños de agua fría o caliente. (I)

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