Los perros pueden tener varios efectos positivos en la salud de los seres humanos, al punto de que incluso las experiencias positivas breves entre las personas y los canes pueden tener un impacto duradero, reduciendo las hormonas del estrés y aumentando la oxitocina, según investigadores.
Interacciones cortas dos veces por semana entre escolares y perros ayudaron a mejorar las habilidades de razonamiento y concentración de los jóvenes, efectos positivos que los investigadores encontraron que persistieron durante meses.
“Creo que es seguro decir que los animales son beneficiosos para nuestra salud mental y física”, dijo a National Public Radio la profesora de psiquiatría Nancy Gee, directora del Centro para la Interacción Humano-Animal de la Virginia Commonwealth University (VCU. “Estamos viendo efectos realmente agradables”, agregó.
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El centro de Gee en VCU es parte de una explosión de nuevas investigaciones sobre el potencial de mejora de la salud de las personas que interactúan más a menudo con los animales, detalla Daily Mail.
La investigación sobre el tema se ha ampliado gracias a la financiación tanto del sector público, incluidos los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., como de organizaciones privadas sin fines de lucro, en particular, el Instituto de Ciencias Waltham PetCare.
En todo caso, Gee puntualiza que “las mascotas no son una panacea” y que muchos de los perros de terapia utilizados en la investigación de su grupo han sido especialmente seleccionados por su buen comportamiento, actitud amistosa y voluntad de seguir instrucciones.
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Además, no todas las personas son amantes de los perros, ya sea por alergias o simplemente por preferencia personal. “Pero para las personas que realmente entienden, que realmente se conectan con los animales, realmente pueden marcar una gran diferencia”, dijo Gee.
El año pasado, un equipo de investigadores médicos y psicólogos en Australia revisó 129 estudios revisados por pares sobre interacciones entre humanos y perros y descubrió que más de la mitad de esos estudios midieron cambios fisiológicos positivos dentro del cuerpo y la mente de las personas.
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En particular, estos estudios han demostrado que la presencia de la hormona del estrés cortisol cae en picado en las personas que simplemente han disfrutado de 5 a 20 minutos con un perro. No importaba, dijeron los investigadores, si era su mascota o la de otra persona.
“Además, vemos aumentos en la oxitocina, ese tipo de hormona de unión que te hace sentir bien”, dijo Gee a NPR.
El equipo australiano también encontró un amplio consenso científico de que las interacciones entre humanos y perros aumentaban la ‘variabilidad del ritmo cardíaco’, cambios en los latidos del corazón de las personas que han demostrado ser una buena medida de las mejoras generales en la salud.
Una mayor “variabilidad de la frecuencia cardíaca” (HVR), según los expertos médicos, se ha relacionado con mayores tasas de relajación, mientras que una HVR más baja se ha asociado con diagnósticos de depresión mayor y un mayor riesgo de enfermedad cardíaca fatal.
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“Lo que me encanta de esta investigación es que es una calle de doble sentido”. dijo Gee. “Vemos lo mismo en los perros. Entonces, la oxitocina de los perros también aumenta cuando interactúan con un humano”, señaló.
La investigadora también ha contribuido a las colaboraciones internacionales en esta investigación, ayudando a los científicos de la Universidad de Lincoln del Reino Unido con un ensayo de control aleatorio que estudia cómo el tiempo de juego regular con perros podría beneficiar a los niños en edad escolar .
El equipo analizó los efectos de interacciones cortas entre estudiantes jóvenes, cada uno de entre ocho y nueve años, y perros que visitaban su salón de clases unas dos veces por semana.
Ella y sus colegas descubrieron que los estudiantes que jugaban con perros durante la semana tenían menos estrés y un mejor “funcionamiento ejecutivo”, lo que significa que sus habilidades de razonamiento y su capacidad de concentración mejoraron considerablemente.
Y esos beneficios cognitivos no desaparecieron con el tiempo. “En realidad vimos (esos efectos) un mes después”, dijo Gee. “Y hay alguna evidencia de que [ellos] pueden existir seis meses después”, agregó.
Estudio considera que estos son los 10 signos de demencia en perros
Otro análisis exhaustivo de estudios científicos revisados por pares _publicado por la Asociación Estadounidense del Corazón_, encontró que tener un perro estaba relacionado con una reducción del 33 % en el riesgo de muerte para los sobrevivientes de un ataque cardíaco que vivían solos.
El llamado metanálisis, que tomó datos de 10 estudios que, en total, dieron seguimiento a la salud de 3,8 millones de personas, redujo en un 27 % el riesgo de muerte para los sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares que antes vivían solos.
En general, la Asociación Estadounidense del Corazón descubrió que vivir con un perro reducía las posibilidades de muerte, en general, en un 24 % y reducía el riesgo de muerte por ataque cardíaco en un 31 %. (I)
