¡Tengo calor! ¿Cuántas veces puedo bañarme, según la ciencia?

Tomar un baño de forma diaria es lo normal en la mayoría de personas, aunque podría darse el caso de que tomar una ducha extra sea necesario, dependiendo de algunos factores.

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Podría pensarse que tomar varias duchas al día de forma habitual sería una buena opción para mantener la limpieza, pero no necesariamente es así. Debe ducharse lo suficiente para mantenerse limpio y sin mal olor, pero excederse podría resecar su piel y quitarle su capa protectora natural.

La piel normal tiene una capa protectora de aceite y un equilibrio de bacterias “buenas” que ayudan a proteger la piel de la sequedad y los gérmenes. Si lo limpia con demasiada frecuencia _especialmente con jabones fuertes y mucho fregado_, puede eliminar esta capa, lo que provocará una piel seca, irritada y con picazón. Esto puede causar grietas en la piel que permiten el paso de gérmenes y alérgenos, lo que provoca infecciones de la piel o reacciones alérgicas, indica el portal Webmd.

Se explica que no hay un consenso de expertos sobre el número de duchas que una persona debería tomar a la semana. En todo caso, muchos médicos consideran que una ducha diaria está bien para la mayoría. Para algunas personas, dos o tres veces por semana es suficiente y puede ser incluso mejor para mantener una buena salud. Esto dependerá en parte al estilo de vida.

La necesidad de bañarse o ducharse después de un cierto período de tiempo es principalmente una cuestión de preferencia personal, indica al portal Today Angela Lamb, directora de la Facultad de Dermatología de Westside Mount Sinai en Nueva York (EE. UU.)

En ese mismo sentido, Mary Stevenson, profesora asistente de dermatología en NYU Langone Health, indica que la frecuencia con la que debe ducharse depende de una serie de factores, que incluyen su piel, su edad y su nivel de actividad. “Debe ducharse, bañarse o limpiarse cada dos o tres días”, indica la experta.

Alguien que pasa horas bajo el sol caliente trabajando en el jardín, corriendo o andando en bicicleta, probablemente necesitará bañarse con más frecuencia que alguien que está fresco y en el interior.

Además, si se padece de ciertas alergias o una piel especialmente grasa, puede ser una buena idea ducharse con más frecuencia. Por otro lado, podría ser mejor para las personas con ciertas afecciones de la piel _como la psoriasis, por ejemplo_, reducir al mínimo las duchas, algo que también dependerá de cuánto tiempo se pase en la ducha.

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Al contrario, si no se baña con regularidad, también pueden surgir algunos problemas de salud y de la piel, además del mal olor. Por ejemplo, el exceso de aceites puede causar una acumulación de bacterias que causan el acné, caspa, entre otras situaciones. Así también, la suciedad y la piel muerta pueden agravar el problema al obstruir los poros. (I)