Todo sonido o conjunto de sonidos, sin armonía o ritmo, que supere los 70 decibelios (Db) es considerado un ruido; su exposición constante o brusca puede ocasionar serios daños para la salud o el medio ambiente, que es lo que se conoce como contaminación acústica. La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que el ruido es la segunda causa ambiental de problemas de salud, solo por detrás de la contaminación del aire.