En 1938, el Dr. Alfred Kinsey, un zoólogo poco conocido de Estados Unidos abandonó su estudio de avispas y se dedicó a la investigación sexual.
Publicidad
La “bomba atómica” de Kinsey no redibujó instantáneamente el paisaje social, pero fue un poderoso estimulante de la revolución sexual.


Publicidad
Actualizado el
En 1938, el Dr. Alfred Kinsey, un zoólogo poco conocido de Estados Unidos abandonó su estudio de avispas y se dedicó a la investigación sexual.