En nuestro entorno se ha pasado de ver la sexualidad como algo prohibido a contemplarla como algo accesible e interesante. No solo por el placer que pueda proporcionar sino por el estatus que otorga dentro del grupo de iguales. Se relaciona una mayor conducta sexual con más atractivo físico, reconocimiento o capacidad de liderazgo dentro del grupo. Así se pone de manifiesto en el cine, la música o las redes sociales. Pero esto no significa que sepamos más.