Ryan Gutridge se embarcó en un crucero en el 2021 y, desde entonces, los barcos se han convertido en su residencia permanente. ¿Por qué eligió vivir en un crucero?

Debido a su trabajo, que le permite conectarse telemáticamente como un ingeniero para un proveedor de soluciones en la nube, Ryan puede vivir en cualquier lugar del mundo. Lo único que necesita es una fuerte conexión a internet y un espacio seguro donde hacerlo.

Así hace tres años el hombre reservó dos cruceros de cuatro noches en el Freedom of the Seas, de Royal Caribbean, como unas simples vacaciones. Pero la experiencia fue tan gratificante que Ryan no lo dudó e hizo los cálculos. Se dio cuenta de que pagar por su estadía en el barco era menos costoso que pagar la renta de su apartamento y su estilo de vida en Florida.

Publicidad

Así disfruta el “hombre más feliz del mundo”: vive de crucero en crucero desde hace 22 años y deja claro que no tiene intención de volver a tierra

Freedom of the Seas, de Royal Caribbean.

Además, por haber pasado tanto tiempo a bordo del crucero, alrededor de 300 días al año, el informático ha acumulado puntos en los programas de fidelidad y obtiene múltiples descuentos en su día a día. Por ejemplo, ha conseguido que sus bebidas y su plan de internet a bordo sean gratis.

“Gracias al programa de fidelidad, este año gastaré menos dinero en cruceros que el año pasado, a pesar de haber navegado más”, dijo Ryan en una entrevista con Business Insider, en 2023.

Empresa realizará la primera expedición a los restos del Titanic desde el desastre del submarino Titan

Cuál es la rutina de Ryan a bordo del crucero

La rutina del ingeniero no ha cambiado totalmente, sino que se ha adaptado a su nueva vida en el mar.

Publicidad

“Hago reuniones por la mañana y por la tarde, pero también puedo ir a comer y socializar o quedar con gente en el gimnasio”, explica Ryan. “Trabajar desde casa me aislaba. No tengo hijos ni mascotas, así que es fácil volverse algo introvertido, pero los cruceros me han ayudado mucho y me han hecho mucho más sociable”.

Según Ryan, cuando está en tierra aprovecha para ir al dentista, al médico y visitar amigos. Pero la mayoría de su vida es ahora a bordo de un barco.

Publicidad

Los robots gigantes dirigidos por control remoto que ya navegan por los mares

“He estado en CocoCay, Nasáu y en las Bahamas más de 70 veces, cada uno, en los dos últimos años”.

También describe su estrecha relación con la tripulación del barco: “Se ha convertido en una gran familia y no quiero reconstruir esas relaciones en otro barco. Bromeo diciendo que tengo 1.300 compañeros de piso”.

Ahora el hombre planifica dar un paso más allá y deshacerse de su apartamento, vender su auto y mudarse completamente al crucero.

“Me han dicho que estoy loco por intentar vivir a tiempo completo en un crucero, pero no es solo una vida para jubilados”, asegura. (I)

Publicidad