La mayoría de países utilizan el calendario gregoriano establecido en el año 1582 por el papa Gregorio XIII. Por ese entonces lo adoptaron principalmente las naciones católicas, pero con el paso del tiempo se fue extendiendo al resto de países.

Las zonas protestantes no lo hicieron hasta 1700, Gran Bretaña hasta 1753, Japón en 1873 y la entonces Unión Soviética en 1918.

No obstante, algunas zonas aún se rigen bajo el calendario juliano, instaurado por Julio César en el año 46 a. C., que era otra versión del calendario egipcio, el primer calendario solar conocido.

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El año normal juliano tiene 365 días divididos en 12 meses de 30 o 31 días, con el segundo mes, febrero, de solo 28 días. Cada cuatro años se añade 1 día a febrero. Este año bisiesto de 366 días corrige la diferencia entre el año expresado en días enteros y el tiempo real que necesita la Tierra para completar su órbita, detalla el portal msur.es

Dado que el año solar real es 11 minutos más corto que el año juliano de 365,25 días, al cabo de aproximadamente 120 años, las fechas astronómicas de los solsticios y equinoccios retroceden un día respecto al calendario. Este es el motivo por el que hoy el año juliano no coincide con el gregoriano, de uso común en prácticamente todo el mundo.

Las fechas julianas se retrasan 14 días respecto al gregoriano. Es decir que el 1 de enero juliano corresponde al 14 de enero gregoriano.

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30 de febrero, el día que solo existió una vez en la historia

Años bisiestos: ¿por qué existen y desde cuándo?

En todo caso, por increíble que pareza, en algunas partes del mundo aún se sigue usando en calendario juliano.

En Marruecos, ese juliano se sigue utilizando hasta hoy en grandes partes del país, sobre todo en las regiones de habla tamazigh (bereber). Se puede estimar el número de usuarios en unas 10 millones de personas.

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Conocido como «año campesino» (fel·lahí en árabe), el año juliano figura, junto con el gregoriano y el lunar islámico, en todos los almanaques de pared populares. Los nombres de los meses reproducen los originales latinos, si bien con variaciones de pronunciación regionales: Yennair, Febrair, Mars, Ibril, Mayu, Yuniu, Yuliuz, Ghusht, Shutambir, Ktober, Nuwambir, Duyambir. (F)