A nivel político hubo una inestabilidad política en el país que se extendió por décadas. Entre 1920 y 1950 hubo sucesiones presidenciales que no terminaron el periodo que fueron electas o también sufrieron derrocamientos.

Hubo un hecho que se convirtió en un hito, sin embargo, hay discrepancias a nivel histórico sobre si se puede considerar una revolución.

Se trata del 28 de mayo de 1944, cuando Guayaquil fue el escenario de una revuelta que ocasionó el cese del cargo al presidente Carlos Alberto Arroyo del Río, quien había sido golpeado en su gestión por la firma del Protocolo de Río de Janeiro, que cercenaba a favor de Perú casi el 40% de lo que era el territorio nacional.

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El ascenso al poder en 1940 de Arroyo del Río se dio en medio de rumores de fraude electoral, que fue desmentido por su gobierno. Sin embargo, en 1941, Perú invadió a Ecuador e ingresó hasta las provincias de Loja, El Oro y el Oriente. Ante esto se impuso la firma del protocolo lo que generó que se desocupe las provincias aunque se cedió territorio.

De acuerdo a Patricio Moncayo en su tesis El 28 de mayo de 1944: Una democracia fallida, la legitimidad del mandatario fue puesta en duda ante la falta de preparación y celeridad pese a conocer los movimientos del ejército peruano.

Además se pensaba que se fraguaba un fraude electoral para favorecer a Miguel Albornoz y esto se agudizó con el impedimento de ingreso a José María Velasco Ibarra, quien buscaba postularse para las elecciones de 1944.

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Moncayo explica que se conformó la Alianza Democrática Ecuatoriana, que gobernó entre el 29 y 31 de mayo, para combatir al gobierno. La alianza se integró por el Partido Liberal, Conservador, Socialista, Comunista, Vanguardia Revolucionaria Socialista y Frente Democrático Ecuatoriano.

También se apoyó la candidatura de Velasco Ibarra a la Presidencia.

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El 28 de mayo tanto los ciudadanos como el ejército y carabineros se alzaron contra Arroyo del Río en Guayaquil y en Quito se declaró paro general de actividades. Se conformó una junta militar y se entregó el poder a Velasco Ibarra cuando llegue al país.

Por el triunfo de la revolución, gracias al aporte de todas las fuerzas políticas del país se crearon instituciones, como la Casa de la Cultura Ecuatoriana, la Confederación de Trabajadores y la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador.

Entre los obreros, militares, intelectuales, periodistas y pueblo que lucharon con ejemplar entusiasmo destacan Francisco Arízaga Luque, Aparicio Plaza, Pedro Saad, Enrique Gil Gilbert, Manuel Agustín Aguirre, Sergio Enrique Girón y otras connotadas figuras.

En una segunda rebelión, el 17 de julio de 1944, en cambio, padres lograron la salida de la directora de la escuela fiscal de Mecanografía y Taquigrafía, tiempo después esto permitió la creación del colegio 28 de Mayo.

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El 20 de diciembre de 1944, Alfredo Vera, ministro de Educación, expidió el acuerdo para la creación de la Escuela Fiscal de Mecanografía y Taquigrafía 28 de Mayo. Allí fue que se hizo mención a la revuelta conocida como La Gloriosa. (I)