Varios años atrás los servicios ilícitos y el contrabando en línea se originaban de manera oculta e imposibles de rastrear en la llamada dark web. Sin embargo, los constantes cierres de sitios anónimos o de muy bajo perfil y la dificultad para atraer grandes volúmenes de clientes a la dark web han obligado que las organizaciones criminales hayan tenido que buscar alternativas para llegar a sus mercados. Una de ellas es Telegram, que es una plataforma completamente legítima de mensajería instantánea gratuita, de código abierto y basada en la nube y que es popular por su privacidad.