Eddy Salazar recuerda que desde el 2000 él era empleado por contrato del Consejo Provincial de Esmeraldas y poco antes de que Lucía Sosa iniciara su gestión como prefecta, en el 2005, afirma que ya estaba enrolado en esa entidad; pero, al igual que otras 45 personas, debía permanecer en los patios de la institución porque no eran tomados en cuenta.