La eurozona recibió ayer una nueva petición de Atenas para un tercer rescate por tres años mientras espera el envío del programa de reformas que acompaña a esa asistencia y que debe de ser aprobado por los jefes de Estado y de Gobierno para evitar la salida del socio griego del euro.

Tras recibir un ultimátum de los otros dieciocho socios de la moneda única, el Gobierno del primer ministro griego, Alexis Tsipras, dio un primer paso y envió al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) su petición para un tercer programa de ayuda.

Horas después, el MEDE pidió a la Comisión Europea (CE) y al Banco Central Europeo (BCE) que comiencen su análisis de la situación económica de Grecia, un paso más hacia un tercer rescate.

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Las dos instituciones analizarán si hay riesgo para la estabilidad financiera de la zona del euro, así como la sostenibilidad de la deuda pública y las necesidades reales o potenciales de financiación de Grecia, tras lo cual la eurozona debatirá si concede o no la ayuda al país.

A continuación, el eurogrupo o los líderes comunitarios tendrán que dar su visto bueno y los parlamentos nacionales aprobar el programa, antes de que el primer desembolso pueda hacerse efectivo.

Grecia debe ya a sus acreedores internacionales unos 242.000 millones de euros, una cifra que incluye los préstamos de dos rescates anteriores que concedieron la eurozona y el FMI, al igual que otros bonos en manos del BCE y de bancos centrales del área del euro.

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En tanto, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, recordó ayer a Tsipras en el debate de Estrasburgo que le quedaban cuatro días para encontrar un acuerdo sólido y creíble para la eurozona y para el resto de la Unión Europea (UE).

En una alocución ante la Eurocámara, donde fue recibido con aplausos y abucheos en las distintas bancadas del hemiciclo, Tsipras señaló que la situación sin salida de la economía de su país no se debe a los cinco meses que lleva en el cargo sino ”a los cinco años de programa que condenaron a la economía griega”.

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Mientras, los partidos de la oposición, que el lunes cerraron filas en torno a Tsipras tras el abrumador triunfo del “No” en el referéndum del domingo, subrayaron unánimemente que el mandato que le otorgaron era para cerrar un acuerdo y en ningún caso es para romper con Europa. (I)

Resistencia
Partido de Merkel

Propuesta
La resistencia a otorgar nuevas ayudas a Grecia crece dentro del partido de Angela Merkel, la Unión Cristianodemócrata (CDU) y, sobre todo, dentro de su ala bávara, la Unión Socialcristiana (CSU), con la que forma un grupo parlamentario común en el Bundestag.