Una controvertida ley que autoriza a los religiosos a oficiar casamientos civiles en Turquía entró en vigor ayer tras su publicación en el diario oficial, mientras que la oposición denunció una medida que amenaza los fundamentos laicos del Estado.

Según este texto, promulgado por el presidente Recep Tayyip Erdogan el jueves por la noche, los muftíes, religiosos empleados por el Departamento de Asuntos Religiosos (Diyanet) podrán unir oficialmente a las parejas en matrimonio.

Hasta la fecha, esta misión estaba reservada a los funcionarios del Registro Civil, mientras que los religiosos solo podían unir a las parejas ante Dios en una ceremonia que no tenía ninguna validez ante la Ley.

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Para el Gobierno, la nueva medida ofrecerá más opciones y reducirá los tiempos de espera para los casamientos. Además, subrayan las autoridades, los matrimonios celebrados por oficiales del Registro Civil seguirán siendo válidos.

Sin embargo, la oposición laica, liderada por el Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata), ve en el texto otra iniciativa del presidente Erdogan y su partido, el AKP, para islamizar Turquía.

También denunció que la medida podría facilitar la presión religiosa y los matrimonios infantiles. (I)