“Es importante que a nuestros hijos les enseñen en el colegio lo que es nuestra cultura ancestral, que la practiquen y que así no se pierdan nuestras costumbres y tradiciones, que es algo que nos heredaron nuestros antepasados”, dijo Alegría Jiménez, madre de familia de la Unidad Educativa Manzanapamba del pueblo Salasaca.

Manifestó que se siente complacida de que en ese plantel se desarrolle el proyecto para que los estudiantes, a través de las danzas y vestimentas, continúen cultivando la cultura de los pueblos ancestrales, incluido el Salasaca.

Rocío Patiag, estudiante del primer año de bachillerato de la Unidad Educativa de Salasaca, aseguró que hay el apoyo de los padres de familia y maestros para impulsar actividades que permitan que la cultura de los antepasados se mantenga y no se pierda, a pesar del tiempo que transcurre.

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“Todos nos debemos sentir orgullosos de nuestras raíces, por esa razón aún conservamos nuestra vestimenta autóctona y practicamos el quichua; además a través de la danza damos a conocer al resto de la gente parte de nuestra cultura ancestral”, agregó la estudiante.

La coreografía que presentó el grupo de la unidad educativa a propósito del día contra la violencia hacia las mujeres que se realizó el sábado en la mañana en la plazoleta de la Segunda Constituyente en La Merced de Ambato, fue la interculturalidad de los pueblos de la serranía ecuatoriana.

El rector de la Unidad Educativa Manzanapamba, Manuel Jiménez, aseguró que el plantel como comunitario y bilingüe se encarga de proteger la identidad cultural de los pueblos milenarios, que por esa razón es considerado el guardián de los saberes, de los conocimientos y de la lengua (quichua) ancestral.

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Explicó que con ese propósito al interior del establecimiento se conformaron grupos de danza, música e incluso de medicina ancestral, con el fin de rescatar y conservar la identidad cultural de los pueblos ancestrales, lo que impedirá que los estudiantes acojan costumbres del extranjero. (I)