La expresidenta argentina y ahora vicepresidenta electa, Cristina Fernández, tiene acumulados doce procesos abiertos, seis de ellos ya pasaron a fase de juicio con orden de prisión preventiva.

Con Cristina en el nuevo cargo aumentan las dudas sobre el futuro de las investigaciones. Precisamente, ayer, dos días después que las elecciones Cristina fue beneficiada con fallos judiciales, en una tercera, un tribunal confirmó los cargos en su contra, publicó Ap.

La exmandataria, quien gobernó entre 2007 y 2015 después de su esposo, ahora fallecido, Néstor Kirchner (2003 al 2007), ha logrado evadir las órdenes de prisión gracias a la inmunidad que obtuvo al ser electa senadora en 2017.

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Junto a Cristina hay una larga lista de exfuncionarios kirchneristas, empresarios, familiares de la expareja presidencial, entre ellos sus hijos, Máximo y Florencia, que son investigados en varias causas, la mayoría vinculadas con casos de corrupción.

Ya en campaña, Cristina enfrentó el inicio de su primer juicio oral en el caso de la obra pública por supuestas irregularidades en la adjudicación de obras viales al empresario Lázaro Báez y fue acusada como jefa de asociación ilícita.

En caso de que Fernández fuera declarada culpable, podría enfrentar una pena de hasta quince años de prisión, publicó el portal Perfil. El proceso oral se reanudará el próximo 4 de noviembre,

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Como vicepresidenta, el seguimiento de los casos es incierto. Su libertad está prácticamente asegurada mientras el peronismo mantenga su mayoría en el Congreso, registró el diario argentino La Nación.

El medio explica que la detención de una vicepresidenta en ejercicio solo puede ocurrir después de un juicio político en el  Congreso  que la destituya de ese cargo. La ley de Fueros establece que en el caso del presidente o vicepresidente no alcanza solo con el desafuero (como ocurre con legisladores), sino que estos funcionarios tienen que ser removidos de sus cargos mediante un juicio político antes de ser detenidos.

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Reto de nuevo presidente

Para el presidente electo, Alberto Fernández, los casos de juicios por corrupción serán complejos. El candidato izquierdista, que derrotó en las presidenciales al mandatario Mauricio Macri, fue jefe de gabinete durante la gestión de Néstor Kirchner y también lo fue por un año con Cristina Fernández, a quien después dirigió duras críticas.

En una entrevista a Clarín sobre la corrupción que envuelve al kirchnerismo, Fernández respondió que “no se debe decir que el kirchnerismo tuvo grandes problemas” y que no está dispuesto a “defender a ningún corrupto”, que buscará “que se haga justicia al respecto de Cristina y sus hijos”.

“No estoy dispuesto a tolerar a ningún corrupto en mi gobierno, ni nombraré a un corrupto en mi gobierno (...); si alguien se corrompe, garantizo que será castigado”, había dicho el ahora presidente electo.

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Retirar a la Oficina Anticorrupción, la Unidad de Información Financiera y la AFIP como querellantes en las causas, o mantenerlas, pero desistir de las acusaciones, son los caminos que Fernández puede tomar para ayudar a Cristina en los juicios por corrupción, refiere Clarín.

En abril próximo está previsto que se dicte sentencia contra Báez en el juicio por “la ruta del dinero K”, en el que se lo acusa de lavado de dinero por 60 millones de dólares entre 2010 y 2013.

En otro de los casos más polémicos, denominado Cuadernos de la corrupción, Cristina también es acusada de jefa de una supuesta asociación ilícita, en la que por doce años se manejó una red de sobornos que llegó a cobrar al menos $ 160 millones, en efectivo, a empresarios de la construcción que concursaban en licitaciones durante el kirchnerismo. (I)