Los votantes en Wisconsin acudían a votar para las elecciones primarias el martes ignorando la orden de quedarse en casa debido al coronavirus, una prueba para decenas de estados que enfrentarán la misma disyuntiva.

Las filas eran particularmente largas en Milwaukee, la ciudad más grande del estado y un bastión demócrata, donde solo cinco de 180 lugares de votación estaban abiertos. Muchos electores llegaron sin utilizar máscaras, como recomiendan las autoridades de salud pública.

La Guardia Nacional, y algunos funcionarios republicanos que se resistieron a los esfuerzos por posponer las elecciones, se vieron obligados a ayudar a administrar los sitios de votación después de que miles de trabajadores electorales renunciaron por temor a contagiarse del coronavirus.

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Decenas de casillas están cerradas, pero las otras abrieron a las 7 de la mañana. Se prevé que los centros de votación cierren a las 8 de la noche, pero no se esperan resultados este día. Debido a la una batalla legal para posponer o no los comicios, un fallo judicial pareció evitar que los resultados se hicieran públicos antes del 13 de abril.

Centenares de votantes en todo el estado, muchos sin máscaras, esperaron en fila para depositar sus votos en colegios electorales. Algunos trabajadores electorales, lucían máscaras, guantes y lo que parecía ser ropas quirúrgicas.

El caos en Wisconsin, un estado disputado para las elecciones generales, resalta la magnitud a la que el coronavirus ha afectado la política en momentos en que los demócratas buscan un nominado para enfrentarse con el presidente Donald Trump en noviembre.

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Joe Biden espera que el estado ayude a asestar un golpe definitivo a su rival Bernie Sanders en la disputa por la nominación, pero el ganador el martes pudiera resultar menos importante que la decisión de Wisconsin de permitir la votación. Su capacidad para realizarla en medio de la pandemia pudiera tener implicaciones significativas para las siguientes primarias e incluso para los comicios generales.

“Es una señal de advertencia para noviembre y un problema que los estados deben dar todos los pasos para evitar”, dijo Wendy Weiser, directora del programa de democracia del Brennan Center for Justice. “Los estadounidenses no deberían tener que escoger entre su salud y su derecho al voto”.

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Los demócratas dentro y fuera de Wisconsin demandaron que la contienda fuese aplazada, pero los republicanos _y la corte suprema del estado, de mayoría conservadora_ no cedieron.

Estados Unidos tenía hasta el martes el mayor número de casos confirmados de coronavirus, con casi 369 000, y unas 11 000 muertes de acuerdo con datos de la Universidad John Hopkins. (I)