La concesionaria del aeropuerto de Quito, en Tababela, está preparando el retorno a las actividades para el próximo 1 de junio. Esa es una cifra tentativa, debido a que es preciso evaluar cómo sigue la lucha contra la pandemia del coronavirus, por lo que la decisión final es del Comité de Operaciones de Emergencia nacional y el COE cantonal de la capital.

El cierre de operaciones aéreas fue una de las medidas de restricción de la emergencia sanitaria. Solo se han cumplido vuelos de carga y vuelos humanitarios.

Frente a esta situación, el presidente y director general de la Corporación Quiport, Andrew O'Brian, dijo que restablecer las operaciones del transporte aéreo es una de las claves que facilitará la recuperación económica. Quiport, viene preparando, desde hace unas semanas el plan de reanudación del servicio aeroportuario basado en la premisa de que habrá que adecuarse a una nueva manera de viajar, con nuevos procesos y protocolos para cuidar a los pasajeros y colaboradores aeroportuarios.

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Como Municipio de Quito y junto al concesionario @Quiport, hemos desarrollado el protocolo para un retorno seguro a las operaciones aéreas en el Aeropuerto Mariscal Sucre. Con medidas sanitarias seguras podemos mirar la luz al final del túnel, con disciplina saldremos. pic.twitter.com/cFMUuifGpq

“Estamos trabajando en conjunto con las aerolíneas y demás miembros de la comunidad aeroportuaria y ya contamos con un plan de retorno a las actividades, probablemente a partir del 1 de junio, dijo el director en un comunicado. Por supuesto que la última palabra la tendrá el Comité de Operaciones de Emergencia Nacional (COE), en coordinación con el COE cantonal de Quito, liderado por el alcalde, Jorge Yunda, la Empresa Pública Metropolitana de Servicios Aeroportuarios y la Dirección General de Aviación Civil, con quienes mantenemos una línea de comunicación constante”, agregó.

Durante las dos semanas en las que se gestionan los vuelos de repatriación se han obtenido valiosos aprendizajes sobre cómo deberían realizarse las operaciones aeroportuarias, siguiendo las nuevas exigencias de cuidado sanitario.

El gerente se refirió a que las restricciones al transporte aéreo han perjudicado seriamente a los aeropuertos en todo el mundo, con una caída en el tráfico de pasajeros a niveles nunca antes vistos. En el caso del aeropuerto Mariscal Antonio José de Sucre de Quito, ubicado en Tababela, la reducción de pasajeros ha alcanzado el 90 por ciento, pero además la crisis de la pandemia COVID-19 ha causado la caída en un 65 por ciento de las exportaciones por vía aérea. Esto supone que las operaciones se deben mantener con un mínimo de personal, poniendo en riesgo miles de empleos. “Entre todas las organizaciones que operamos en el aeropuerto Mariscal Sucre generamos unas 8500 plazas de empleo y muchas de ellas están en peligro. Todos estamos haciendo esfuerzos importantes para no afecta a los empleados”, dijo en director en el mismo comunicado. (I)