Las medidas que el Gobierno y la Asamblea Nacional acogieron para mantener empleos en esta crisis por el coronavirus abren vías para ajustar contratos de trabajo vigentes, y reducir por dos años -en casos de fuerza mayor- la jornada laboral, y con ello el sueldo del trabajador y lo que se aporta a la Seguridad Social que sirve para calcular las futuras jubilaciones. Y eso activa a los sindicatos.