Las aguas del río Coca se desplazan rápidamente carcomiendo los taludes y su propio cauce en la zona del volcán El Reventador (entre las provincias de Napo y Sucumbíos). Este comportamiento, denominado erosión regresiva, amenaza con destruir un complejo de infraestructura petrolera, vial e hidroeléctrica, valuado en miles de millones de dólares, ubicado en el sector. Solo los ductos OCP ($1400 millones), SOTE ($900 millones) y la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair ($2000 millones) suman $4300 millones y podrían resultar afectadas.