El exsecretario de Inteligencia, Pablo Romero, y el activista político Fernando Balda, rindieron testimonio en la reinstalación de la audiencia de juicio contra el exfuncionario por su presunta participación en el plagio del segundo, ocurrido en Bogotá, Colombia, en agosto del 2012.

Para Romero, al estar involucrado el expresidente Rafael Correa, el caso se convirtió en político. Presentó lo que denominó dudas razonables. Se refirió a que la acusación se basa en la relación entre los exagentes Diana Falcón y Raúl Chicaiza con él, en una relación de confianza con Correa y un supuesto apoyo económico para los exmiembros de inteligencia por el secuestro. Sostuvo que no tenía contacto directo con Correa. Además que cuando asumió la Secretaría de Inteligencia en junio 2012, Chicaiza ya había viajado varias veces a Colombia. Se preguntó cómo podía tener conformado un equipo si tenía menos de un mes en el cargo. Dos años después renunció y se radicó en España.

Fernando Balda se sentía perseguido

Balda contó que fue a vivir a Colombia porque consideraba que estaba siendo perseguido por el exmandatario. Aseguró que fue detenido en una primera ocasión porque supuestamente no registraba ingreso a esa nación. Fue dejado en libertad. En un segundo intento de captura colaboró la Dirección de Inteligencia Policial de Colombia que trabajaba junto a los exagentes. El secuestro ocurrió en horas de la noche. Cuatro personas lo golpearon y fue subido a un auto. Un taxista presenció el hecho. Se contactó con la Policía y con otros taxistas e inicia un operativo. Más adelante lo botaron del vehículo. Fue encontrado por un taxista. Luego contó que lo deportaron y fue a la penitenciaría del Litoral.

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Fiscalía interrogó a Balda. Le preguntaron sobre su relación con Chicaiza. Respondió que era un compatriota al que ayudaba. Además que mantuvo reuniones en varios hoteles. Señaló que sabía que era de la Policía. Asumió que era de inteligencia y que le siguió el juego de las escuchas telefónicas.

Stalin Oviedo, abogado de Romero, le preguntó si tuvo contacto con Chicaiza luego de salir de libertad. Él lo negó. Además si ha recibido tratamiento psicológico. Respondió que no.

Bogotá investigó plagio

En tanto, Felipe Rodríguez, defensor de Balda, presentó una asistencia penal internacional en referencia a la sentencia contra los secuestradores de su defendido en Colombia. Un informe legal que otorga una incapacidad de 7 días a Balda por golpes. Factura del hospedaje de los secuestradores junto a Chicaiza y Falcón. La Policía de Colombia estableció cuál fue el auto usado para el secuestro.

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Oviedo presentó su prueba documental. Aseguró que la desclasificación de documentos de la Secretaría de Inteligencia era competencia del presidente Lenín Moreno y no de las Fuerzas Armadas. Además que las operaciones Wilson y Guayacán no fueron operaciones ni encubiertas ni reservadas.

Adicionalmente, Oviedo solicitó incluir nuevas pruebas en el proceso como los testimonios de Juan Moreno y Enrique Santiago, abogados de Romero en España, lo que fue rechazado por Fiscalía. El Tribunal Penal no aceptó.

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Intervención de peritos

La audiencia había iniciado con la presentación de la prueba de la Fiscalía General del Estado. Dio paso al interrogatorio al perito de audio y video, Pedro Vicente Guerra, a quien le preguntaron sobre su labor. Respondió que hizo dos pericias a un pen drive. Se refirió a las transcripciones obtenidas de ese dispositivo. Fiscalía pidió que dé lectura a una parte de su informe, en referencia a unos chat, pero el juez Iván León, presente en la diligencia, le dijo que no lo haga. Los otros dos jueces Dilza Muñoz y David Jacho, siguieron el proceso judicial vía telemática.

Se decidió que en la audiencia se escuche un audio de una presunta conversación entre Romero, Falcón y Chicaiza. Los dos últimos fueron acusados de autores del plagio y sentenciados. Ambos se acogieron a la cooperación eficaz.

En el audio se escuchó que Romero da directrices a Falcón y Chicaiza, acerca de la "estrategia" que debían seguir. Ellos debían decir que eran agentes encubiertos encargados de dar con las actividades ilícitas de Balda.

Fiscalía pidió a Guerra que reproduzca un audio donde se escuchan dos voces masculinas, las cuales presumiblemente corresponderían a Romero y a Chicaiza. Este último le habría dicho a Romero que es leal al expresidente y que si necesita realizar otra operación está dispuesto.

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En un tercer audio participan presuntamente Romero, Chicaiza y Falcón. Romero supuestamente se refiere a Correa y al exContralor, Carlos Pólit, quien le habría dicho que no iba a realizar ninguna investigación. Además Chicaiza le pide apoyo político y económico por el caso Balda.

Otro de los testigos fue Javier Borja, quien es experto en criminalística y ciencias forenses. Hizo un cotejamiento de tres voces, una de las cuales sería la de Romero.

Fiscalía presentó su prueba documental, que incluyó el número de fojas en las que se encuentran oficios, fotografías, copias certificadas de documentos, cartas dirigidas a Correa de parte de Chicaiza y Falcón. Además peritajes, informes de inteligencia y de contrainteligencia de las operaciones denominadas Wilson y Guayacán.

También la sentencia de la justicia de Colombia, la denuncia presentada por Balda en esa nación, los testimonios de las colaboraciones eficaces de Chicaiza y Falcón, entre otros. (I).