Llegó a la penitenciaría del Litoral sostenida por una de sus hijas y por un policía, pues es ciega debido a la diabetes que padece y en una audiencia virtual del martes 28 de julio, el juez dispuso que sea trasladada a la cárcel para que cumpla con la pena ejecutoriada en su contra, vigente desde el 2012, por peculado ($ 479,89 que faltaban en la caja de un hospital).