Durante el primer fin de semana de reapertura de la Reserva Ecológica El Ángel (REA), en el cantón Espejo (Carchi), ubicada a 25 km de Tulcán, ingresaron unas 100 personas a esta área natural en que prevalencia los páramos húmedos, que la convierten en una de las reservas más altas del mundo.

Mauricio Fuertes, director de Zona 1 del Ministerio del Ambiente, explicó que las visitas comenzaron a realizarse cumpliendo los correspondientes protocolos de bioseguridad. El acceso es gratuito.

La Unidad Nacional de Biodiversidad confirmó que una de las recomendaciones fue la instalación de la señalética desde el ingreso de este sitio nativo que es uno de los mayores atractivos naturales en Carchi, después del cementerio Azael Franco de Tulcán. .

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Damián Ponce, administrador de esta área natural, comentó que están garantizados los recorridos para salvaguardar la salud de las personas que visitan este lugar, evitando así posibles contagios de COVID-19. Los excursionistas ahora son sometidos a la toma de temperatura antes de entrar a este remanso de paz.

Previamente a la apertura, los técnicos y guardaparques elaboraron los protocolos de bioseguridad, que incluyen capacidad de aforo y sistema de ingresos a este lugar con 15 715 hectáreas, donde la flora, la fauna y lagunas vuelven cautivador a este espacio.

Está autorizado el ingreso de grupos de hasta 16 personas entre martes y viernes, en cambio que los sábados y domingos aumenta el número a 30. Los lunes son dedicados a la desinfección de los ingresos, senderos y lugares de avistamiento aéreo o miradores.

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La REA está abierta entre las 08:00 y las 14:00 y los 2500 metros de recorrido se realizan en dos horas, en una sola dirección; es decir, los visitantes retornarán por la misma ruta.

Los caminantes deberán portar mascarilla y transitar con 2 m de distancia, los grupos serán enviados cada cierto tiempo para que no tengan contacto con otros grupos.

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Ponce agregó que en pandemia no se han registrado alteraciones o efectos dañinos en la flora y fauna del lugar, que permaneció por más de 155 días cerrada al público y es la mejor opción para respirar aire puro y dejar el estrés de la ciudad.

El año pasado ingresaron a la Reserva Ecológica El Ángel 6622 personas, de las cuales 5579 son nacionales y 687 extranjeros, con un promedio de 522 visitas al mes.

Mientras tanto, los comuneros del sector demandan la rehabilitación de la vía que está en mal estado y permite el ingreso no solo a este lugar, sino al Bosque Polilepis, Morán y La Cortadera, y al Bosque Protector Golondrinas.

Naturaleza biodiversa

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Esta zona posee una extraordinaria biodiversidad conformada por páramos de frailejones y bosques de polylepis. En la reserva se puede hacer trekking en el bosque. Se recomienda ir con guía.

El clima es frío de alta montaña con temperaturas entre 5º a 6º C. Las lluvias son de larga duración y baja intensidad, y cuenta con dos épocas: seca (junio a octubre) y lluviosa (noviembre a mayo). En el sitio se puede caminar entre humedales y lagunas.

Se recomienda degustar la tradicional gastronomía en El Ángel, que se caracteriza por la trucha, fritada, hornado, entre otros.

Además existen páramos que superan los 3500 msnm de altura.

El páramo Chiltazón, ubicado en la reserva, es nido de cóndores y lugar donde existen vestigios arqueológicos, está en una de las cascadas más altas del país. Se accede a pie por un sendero señalizado, desde donde se observan las lagunas El Voladero y Tres Humedales, rodeados por frailejones de hasta 7 m de altura.

Estas plantas cubren el 85 % de la superficie de la reserva y forman uno de los ecosistemas endémicos protegidos más relevantes del país. Sus hojas se agrupan con otras especies como los pajonales, la puya y la almohadilla. Los frailejones funcionan como una esponja de agua que atrapa la humedad de la niebla y las lluvias.

El lobo de páramo y el chucuri y aves como el cóndor y tangará habitan este lugar. (I)