Modificar preguntas para optimizar el tiempo, equipar a su personal bajo las normas de bioseguridad y enfrentar el descontento y el temor de la ciudadanía han sido los desafíos a los que han tenido que hacer frente las empresas encuestadoras del país, que luego de estar completamente imposibilitadas de trabajar durante el punto más crítico de la cuarentena que vivió el país están retomando actividades.