La compañía estadounidense Royal Caribbean busca voluntarios para verificar si sus medidas preventivas son efectivas para realizar viajes seguros y sin contagios.

El primer destino de la compañía, con sede en Miami, es la isla CocoCay, ubicada en las Bahamas. Quienes desean participar pueden viajar de forma gratuita y deben estar dispuestos a someterse a pruebas y protocolos para prevenir el COVID-19 durante los viajes en crucero que exige el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en español), organismo que estableció la prohibición para embarcar en viajes de pasajeros el pasado 1 de noviembre, señala una publicación de Infobae.

“Estamos comprometidos a tomarnos el tiempo para hacer las cosas bien. Esto incluye capacitar a nuestra tripulación en nuevos protocolos de salud y seguridad, y realizar una serie de viajes de prueba para evaluar los protocolos en condiciones del mundo real”, declaró Vicky Freed, vicepresidenta de Royal Caribbean, en una entrevista con Travel+Leisure.

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En relación a eso, señaló que deben encontrar personas que se ofrezcan a ser parte de los procesos que desean probar durante el viaje. “Vamos a realizar una serie de viajes con nuestros empleados y otros voluntarios para probar los protocolos y hacer modificaciones”, explicó Freed.

Los CDC han dispuesto que los tripulantes deberán pasar por pruebas y las compañías operadoras evaluarán mediante viajes simulados su capacidad para mitigar el riesgo de transmisión del COVID-19 en las embarcaciones.

Esto mientras que Collen McDaniel, editora del sitio de reseñas de cruceros Cruise Critic, consideró que “es poco probable” que este tipo de viajes “se sientan como unas vacaciones en crucero estándar”. “Están diseñados para que las líneas puedan garantizar que los protocolos establecidos son efectivos”, aseguró y agregó que a los voluntarios no se les pagará dinero por ser parte del programa de prueba.

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Se ha planificado que en el 2021 se realice un viaje inaugural a CocoCay, la isla privada de la empresa en las Bahamas, que tuvo un costó de $ 225 millones. Esta tiene toboganes de agua, varias piscinas y un circuito para volar en globo de helio, entre otras actividades. Para unirse a este viaje en crucero, los interesados deben participar en proyecto “Voluntarios del Mar” y completar un formulario con datos personales del viajante y sus acompañantes.

Durante el 2020, la industria de los cruceros, que anualmente se calcula que genera unos 45.6 mil millones de dólares y transporta 26 millones de personas cada doce meses, estuvo paralizada. Con las recientes autorizaciones, intenta adaptarse progresivamente a la nueva normalidad. Entre los protocolos que presentaron las compañías a los CDC se destaca la inclusión de más médicos a bordo, por si sucede un brote de COVID-19; los pasajeros deben presentar un resultado negativo realizado entre 5 días y 24 horas antes de embarcar; y tanto a empleados como a pasajeros se les tomará la temperatura a diario.

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También se ha establecido que los trabajadores del barco deberán tomar la prueba del COVID-19 en sus países de origen antes de llegar al destino en el que se embarcarán. Al llegar al lugar, deberán realizar una cuarentena obligatoria de siete días, repetir la prueba y, si el examen vuelve a ser negativo, recién ahí podrán embarcarse.

Se informó además que las compañías de cruceros únicamente harán paradas en los puertos que se comprometan a evacuar y repatriar a quienes resulten positivos de coronavirus a bordo. (I)