Frente a la clase, que lo escuchaba atento, el profesor Montúfar planteó la interrogante: “¿Qué diferencia hay entre una banda de asaltantes que se organiza para entrar a un banco, y llevarse dinero, y el grupo que lideró el asambleísta Mendoza?”. Y él respondió: “Ninguna, los dos son grupos delincuenciales, yo los denomino delincuencia organizada estatal”.

Cuando se trata de combatir la corrupción, César Montúfar interrumpe su actual licencia de docente sin sueldo, reorganiza la agenda de su campaña electoral y dicta cursos. Este, sobre Mecanismo de Lucha Anticorrupción, lo impartió hace tres semanas para los alumnos de Derecho Administrativo de la Universidad Andina Simón Bolívar, donde se desempeña como maestro de planta desde hace 26 años.

“La lucha contra la corrupción no solo es denunciar y sancionar, sino desmontar las mafias que se tomaron el Estado", afirma el candidato a la Presidencia de la República por la Alianza Honestidad, formada por el Partido Socialista Ecuatoriano y el movimiento Concertación, listas 17-51.

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De 56 años, con tres divorcios y cuatro hijos, el quiteño César Montúfar Mancheno se considera político y académico. Ambas vocaciones las descubrió cuando estudiaba en el colegio particular Americano, fundado por el expresidente Galo Plaza, una figura política que representaba un estilo liberal-democrático y a quien Montúfar llama “el mejor Presidente del siglo 20, quien puso las bases de la modernización económica y política”.

“César puede llegar, sin temor, a sectores de izquierda y de derecha”, dice su amigo y exasesor Byron Real, y explica que su actitud política es coherente con la ideología de Concertación, ‘conversar con las diferentes organizaciones, con objetivos comunes’.

De ahí que, pese a las críticas, Montúfar no tuvo reparos en caminar con Guillermo Lasso en el 2014 para reclamar contra las enmiendas constitucionales, o adherirse a Jaime Nebot en el 2016 para “superar la etapa post-correísmo".

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Tenía 13 años cuando formó, junto a compañeros de estudio, una militancia muy a la izquierda. Hoy, el presidente del Movimiento Concertación, se considera un "liberal progresista". Y casi al tiempo creó una escuela de alfabetización.

El retorno a la democracia, en 1979, lo marcó desde los 15 años. A esa edad, recuerda su hermana Verónica Montúfar, él promovió una consulta estudiantil para definir si en el colegio Americano de Quito se cantaba o no el himno de Estados Unidos en el acto cívico de los lunes: “Perdió su propuesta, pero de ahí en adelante ganó legitimidad.., los estudiantes fuimos consultados”.

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Se acercó también al periodismo. Fue camarógrafo de un programa deportivo y articulista en Diario El Comercio por 20 años. También profesor, investigador social. Ha publicado una decena de libros.

Y así como es larga su trayectoria en la cátedra también lo es su camino en la política. César Montúfar ingresó a la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y logró una licenciatura en Sociología y Ciencias Políticas en 1989. Cinco años después estudió en la New School for Social Re search, en Nueva York, donde hizo una maestría en Ciencias Políticas en 1993 y ahí mismo obtuvo su PhD. en 1999.

Para entonces ya había participado sin éxito como candidato a diputado por el Movimiento Nuevo PAIS, liderado por Freddy Ehlers. Y más tarde, entre 2002 y 2005, presidió Participación Ciudadana, organización que monitoreaba los procesos electorales y promovía el voto responsable.

“César pone el bien común más allá del personal, no desiste, es muy perseverante. Cumple años el mismo día que Mahatma Ghandi, se parecen”, dice Sigrid Vásconez, compañera política. Verónica Montúfar coincide: “En el primer momento del encierro por la pandemia, él asumió el cuidado de mi madre y se fue a vivir casi seis meses con ella, que vivía sola. Y él a las seis de la tarde se conectaba con sus hijas para leer el cuento”.

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Francisco Calisto, de su equipo de campaña, lo define como honesto y constante. Trabajar con él es ‘motivante’; pero “toma mucho café”.

El segundo intento por llegar a la asamblea, en 2007, lo hizo con el movimiento Concertación, que se formó tras una caminata nacional en el 2006.

Fue una Asamblea muy dura, el oficialismo era una aplanadora, había hostilidad hacia la oposición”, recuerda Byron Real, quien asesoró a Montúfar en la Asamblea (2009-2013).

Montúfar representaba la oposición al correísmo. Lo hizo “desde el día 1”. “Nunca creí en el proyecto autoritario del correísmo”, afirma este exasambleísta que denunció la manipulación de la sentencia contra este Diario en el juicio por $ 80 millones que planteó Rafael Correa en el 2011: “Ahí me di cuenta de que Correa no sólo era un político equivocado, anacrónico, autoritario, megalómano, sino también un político delincuencial”.

En los registros de la Función Judicial hay procesos que impulsó Montúfar contra funcionarios del correísmo, desde ministros, procurador, gerentes de empresas públicas, secretario de Comunicación.

De estos, el más relevante es aquel en que figuró como acusador particular contra el vicepresidente Jorge Glas, dentro del caso Odebrecht, cuyo juicio derivó en una sentencia y prisión para Glas. “Recuerdo que cuando hice eso, la gente creía que estaba loco, porque era tanto el poder de esta gente”, cuenta Montúfar.

Y pese a las retaliaciones que asegura que enfrentó, continuó. Entre ellas una demanda que le planteó una exmilitante de Concertación por $ 82 mil, el único juicio que registra la Judicatura contra Montúfar.

Fue la más grande patraña, un acto miserable.., además ocurrió paralelamente al juicio cuando yo actué como acusador particular contra Glas; mientras yo estaba en el juicio, esa demanda corría”, dice Montúfar.

Además explica que la militante perdió en las elecciones internas y se resintió con el movimiento. “Todo lo que ella cobró fue parte de su militancia política", comenta este candidato, a quien adeptos al correísmo han calificado como “denunciólogo de la corrupción" y a quien Correa ha llamado "odiador", "provocador" o "mediocre".

En julio, en un tuit, Correa lo calificó de "inconsecuente", por ser contratista público: “¿Defienden su $$ o el país?".
Mientras Montúfar, quien no registra compañías a su nombre, admitió el contrato con la Superintendencia de Bancos, por $ 19 300, y dijo que lo obtuvo antes de la pandemia: "No tengo rabo de paja, y seguiré denunciando la corrupción venga de donde venga". (I)

Sobre el candidato

Nombre: César Montúfar Mancheno
Cargo: Asambleísta 2009-2013
Nacimiento: 2 de octubre de 1964
Edad: 56
Estado civil: Divorciado
Hijos: 4
Experiencia: Presidente del Movimiento Concertación, director de la organización Participación Ciudadana 2002-2005, docente de la Universidad Andina Simón Bolívar. Obtuvo su Ph. D en Ciencias Políticas en el año 1999, en “New School for Social Research”, Nueva York.
Impuesto a la renta: En el 2019 pagó $ 9043, según el SRI.
Patrimonio: $ 317 000 (dos departamentos).