En el Ecuador, el nivel de azufre del diésel -relacionado con emisiones contaminantes que afectan el ambiente- registra niveles profundamente asimétricos, dependiendo de la ciudad en la que se comercializa. De acuerdo con un estudio realizado por la Escuela Politécnica Nacional, a pedido de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade), se conoció que el nivel de azufre es menor en ciudades como Guayaquil y Cuenca, que tienen niveles 16,4 y 23,3 partes por millón (ppm) en el primer caso y 50 a 52 ppm en el segundo caso. Sin embargo, hay una diferencia abismal con Quito, en donde se comercializa un diésel que oscila entre 159 y 171 partes por millón de contenido de azufre. Y sin embargo, los peores niveles se manejan en Coca con hasta 5.119 partes por millón.

Las muestras fueron tomadas en marzo del 2020 y tienen su explicación en al menos dos factores: el primero, la mala calidad de diésel que produce la Refinería de Esmeraldas y el segundo, la cercanía de las ciudades al poliducto Pascuales-Cuenca, por donde reciben más diésel importado.

Frente a esta realidad, el país está viviendo una carrera contarreloj, para mejorar la calidad del diésel. El 24 de septiembre, el presidente de la República, Lenín Moreno, emitió el decreto ejecutivo 1158, en el cual, a más de ampliar las reglas para la importación de combustibles, se dispone que varias entidades lideradas por el INEN procederán a la actualización de la normativa técnica sobre la calidad de los combustibles en el término de 120 días partir de la fecha de expedición del decreto.

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La idea es crear una normativa que lleva a que en el país se comercialice combustibles con parámetros de euro V. En el caso del diésel, por ejemplo, el grado de azufre en el diésel permitido en esta norma es de - 50 ppm.

El comité ya está creado y lo preside justamente Genaro Baldeón, de la Aeade. De acuerdo con Baldeón, una dificultad palpable que existe por el alto nivel de azufre es que al tener una mala calidad del diésel no se pueden importar vehículos de última tecnología que son más amigables con el ambiente. Pero adicionalmente cada vez hay menos producción y menos disponibilidad de automotores que utilicen este combustible alto en azufre.

Por su parte, Carlos Salazar, presidente de la Cámara de Distribuidores de Derivados de Petróleo (Camddepe) y parte del Comité, explicó que la idea es que el comité pueda reformular las especificaciones para que se pueda cumplir con la norma euro 5.

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Explica que actualmente en muchos sitios el diésel premium tiene 500 partes por millón y el reto es bajar diez veces esa concentración. Confirmó que en Azuay, Santa Elena, Loja, Cañar y Guayas se conoce que el diésel premium que se comercializa es de menos de 100 partes por millón. Esto se da porque en estos sectores se distribuye el diésel con mayor proporción del importado ya que este llega directamente por el poliducto Pascuales-Cuenca. Sin embargo, a Quito llega un diésel de menor calidad. Reconoce que en provincias de la Amazonía se distribuye diésel 2 con una concentración de azufre de hasta 5.000 partes por millón.

Paralelamente, Petroecuador hace esfuerzos por mejorar la calidad de su diésel. Sin embargo, los esfuerzos resultan modestos frente a la mala calidad de combustibles y la alta meta trazada.

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La empresa petrolera anunció esta semana que se hicieron cambios de catalizador y mantenimiento de la unidad HDS (hidrodesulfurizadora) en la Refinería Esmeraldas, que le permitirían la producción y el mejoramiento de la calidad del diésel premium con un contenido de azufre menor a 350 partes por millón. Es decir, 30% menos en este contenido de lo que exige la norma INEN1489 y que es 500 partes por millón. La empresa informó que con el mejoramiento de la calidad del diésel premium y la reducción en el contenido de azufre, el país estaría cumpliendo con la normativa Euro III.

En julio pasado, Petroecuador informaba que desde el Terminal de Productos Limpios El Beaterio, ubicado en la provincia de Pichincha, se estaba comercializando un contenido de azufre menor a 150 partes por millón (ppm) en promedio, siendo el máximo permitido de 500 ppm. Sin embargo, también anunciaba que con un futuro mantenimiento las concentraciones de azufre en el diésel premium disminuirán en forma significativa a 50 partes por millón, que no ha ocurrido.

Por su parte, Baldeón comentó que será muy difícil que Petroecuador consiga producir combustibles de bajo contenido de azufre, pues esto requiere inversiones altísimas. En este sentido, el Gobierno está trabajando en un proyecto de concesión de la Refinería de Esmeraldas que incluye que la empresa concesionaria haga las inversiones necesarias para tener un tren de alta conversión. Esta sería la vía para mejorar la calidad del combustible.