Con asombro las autoridades de Quero constataron el sábado a eso de las 22:00 que al interior del plantel educativo en San Vicente Alto del cantón se realizaba una fiesta clandestina con alrededor de 150 personas, la cual fue clausurada por la prohibición de espectáculos públicos y aglomeraciones que rige por la pandemia de COVID-19, para evitar posibles contagios del virus.