Su vinculación al gobierno de Rafael Correa como secretario nacional de Comunicación (Secom) lo llevó a conocer a Ximena Peña, con quien forma el binomio presidencial por Alianza PAIS (AP), lista 35, y su amistad creció cuando ella entró a la dirección nacional del movimiento y él fue elegido segundo vicepresidente. Patricio Barriga colaboró en los gobiernos de Rafael Correa y de Lenín Moreno, y frente a los dos dice que hay una sustancial diferencia. Marca distancia con el actual Gobierno, que AP no ha intervenido en la toma decisiones, y confiesa que se sienten desplazados en la “distribución legítima del poder”. En el tema de la comunicación considera que debe volver la Superintendencia de Comunicación (Supercom) o al menos retornar a una institucionalidad que repare de manera inmediata los derechos vulnerados, se llame como se llame. Aquí un resumen del diálogo con EL UNIVERSO.

¿Cuál es su relación con Ximena Peña? ¿Cómo llegaron a coincidir para formar un binomio presidencial?
Conozco a Ximena desde que era asambleísta, cuando yo ejercía la Secretaría de Comunicación; ella estaba muy interesada de que la señal de la televisión pública llegue a la comunidad migrante en Estados Unidos. Luego la conocí en la dirección nacional de Alianza PAIS, donde yo ejercía las funciones de secretario de Comunicación del movimiento y luego segundo vicepresidente.

¿Usted considera que es necesaria la Vicepresidencia de la República?
Sí, absolutamente, porque si no cómo desenredaríamos el entuerto que se generaría frente a la vacancia de la presidencia.

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Tras el triunfo presidencial, ¿de qué áreas usted se encargará en el gobierno?
Estamos empeñados en dar un giro a la administración pública; hemos tenido que encarar como movimiento la lucha contra la corrupción. Una administración eficiente puede acabar con ciertas prácticas políticas como las que ocurrieron en la pandemia, como asignar cargos políticos en la administración de hospitales, centros educativos o sectores estratégicos.

Si tienen pruebas de esos repartos, ¿por qué no las han hecho públicas siendo parte del Gobierno?
No somos parte de Gobierno, Alianza PAIS no ha tenido una representación en los espacios de decisión de política pública, eso es claro, público y notorio, que en la mesa chica de toma de decisiones no ha habido representación del movimiento. En los repartos no estamos atrás de las investigaciones, para eso está la Fiscalía.

¿Cuál es la principal coincidencia con Ximena Peña dentro de las propuestas de gobierno?
Recuperar los valores y principios con los cuales se transformó este país desde el 2007, y eso demanda tener nuevamente los bríos y la energía; estamos empeñados en que podamos volver a los orígenes de lo que constituyó Alianza PAIS.

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¿Para volver a esos orígenes no era mejor apoyar la candidatura de la lista 1?
Volver a los orígenes significa suscribir un proyecto político que nosotros presentamos al pueblo ecuatoriano basado en la supremacía del hombre sobre el capital y de lograr una sociedad que no tenga brechas infames de desigualdad. Si hay que apoyarlo en cualquier otra tienda, pues nosotros lo haremos.

¿Usted considera que fue un error el colaborar en el gobierno de Lenín Moreno?
Yo no considero que haya habido una colaboración desde AP con el Gobierno, lo que ha habido es una propuesta de gobierno, pero que el presidente de la República se haya desentendido es la responsabilidad de él; nosotros nos sentimos desplazados de la distribución legítima del poder para alcanzar los objetivos trazados en ese programa.

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¿Por qué no expulsan de sus filas a Lenín Moreno si su gobierno no es afín a AP?
El tema de Lenín Moreno en AP es algo que en realidad no pesa; cuando uno tiene el poder lo tiene que ejercer y también tiene que distribuirlo, y nunca lo ha hecho. No ha estado en las decisiones ni discusiones de Alianza PAIS, y el movimiento tampoco ha estado en el Gobierno ni en la toma de decisiones; de tal modo que su presencia o ausencia en realidad no marca ninguna diferencia.

¿Dónde se sintió más cómodo trabajando en el gobierno de Rafael Correa o en el de Lenín Moreno?
Me he sentido cómodo donde siento que soy útil, donde siento que puedo llegar a servir con absoluto compromiso.

¿Pero entre los dos gobiernos?
Hay una sustancial diferencia, se debe reconocer que en el uno había planificación y voluntad de fortalecimiento institucional, y en el otro ya hemos visto lo que ha ocurrido; creo que entramos a una fase de desinstitucionalización que ha sido lesiva a los intereses del pueblo, las instituciones dejaron de ser eficientes.

Desde el 2010 ocupó cargos públicos en comunicación que tenían el objetivo de controlar la información que circulaba en los medios...
No había ese objetivo, al contrario, proveer de una información distinta que pueda llegar a ser contrastable con el pensamiento hegemónico que suelen dar ciertos medios.

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¿Cree que en el país se necesita un control de contenidos en los medios de comunicación?
Creo que en este país es necesario, porque así lo decidió en consulta popular, un consejo regulación que pueda garantizar los derechos y no controlar contenidos.

Como vicepresidente de la República, ¿cuáles son los cambios que aplicaría en cuanto a comunicación?
Creo que debemos tener una comunicación más ciudadana, que permita la verdadera participación e inclusión de la gente. Hay una Ley de Comunicación que debe ser reformada en puntos específicos en donde retomemos una institucionalidad que va en el sentido de desarrollar los derechos como lo hizo en su momento el Consejo de Regulación. Las decisiones que se tomaron, por las que se eliminó la Superintendencia de Comunicación, me parece que se lo hizo con base en la actuación de un titular, pero se destruyó esa institucionalidad; es decir, se arriesgó lo mucho por lo poco y eso me parece que debería ser reconsiderado o al menos ser debatido.

¿Debe volver la Superintendencia de Comunicación ?
Volver a una institucionalidad que repare de manera inmediata los derechos vulnerados, si se llama superintendencia o se llama de cualquier manera, pero una institución que pueda dar salida y que pueda reparar rápidamente los derechos violentados.

Pero la Superintendencia se convirtió en un órgano de juzgamiento de la tarea de periodistas y medios.
Por eso, hay que reconstituir una institucionalidad que sea mucho más eficiente, que pueda tener los pesos y contrapesos necesarios para evitar cualquier discrecionalidad.

Sobre el aspirante

Nombres: Patricio Eduardo
Apellidos: Barriga Jaramillo
Nacimiento:14 de marzo de 1968
Ciudad: Quito
Edad: 52 años
Estado civil: casado, sin hijos
Profesión: comunicador social
Impuesto a la renta: en 2019 canceló $ 1.471,70; $ 1.456,58 en 2018; $ 3.315,65 en 2017; $ 5.698,42 en 2016; en 2015 $ 7.413,30.
Cargos públicos: subsecretario de Comunicación; presidente del Cordicom; secretario nacional de Comunicación; y, asesor ministerial.
Otras actividades: productor de televisión y radio; periodista, presentador y jefe de noticias. (I)